Al señor Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se le ve el plumero. Un ‘plumero’ que llevaría la estelada si tuviese que conformarse de colores. El Ejecutivo está allanando, paulatinamente, el terreno para indultar a los golpistas.
Su última medida, según ha confirmado ACN, por fuentes de la Moncloa, ha pasado por cargarse a Edmundo Bal, el abogado más duro contra los golpistas catalanes.
Bal fue un ‘azote’ del independentismo
Bal fue cabeza del área Penal de la Abogacía del Estado y un defensor acérrimo de acusar por rebelión a los líderes independentistas en el juicio del 1-O. Edmundo ya es historia ya que está destituido.
Se opuso a la rebaja de sedición y malversación en el escrito presentado por el Tribunal Supremo y mantuvo una posición enfrentada a Consuelo Castro, abogada general del Estado.
Su cargo, como recuerdan desde el Ministerio de Justicia, “dependía directamente de la abogada general”. Por ello, Sánchez lo habría eliminado de la lista.
Sánchez sigue allanando el camino al “indulto”
Con su destitución, ahora Castro unifica el criterio de la Abogacía del Estado antes del inicio del proceso del 1-O que tendrá lugar en los próximos meses en el Tribunal Supremo. Sánchez, de momento, sigue aplanándole el camino al independentismo. ¿Se producirá el bochorno de darles el indulto?