El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha 'sangrado' 11 millones de euros a los españoles de la clase media y trabajadora. En este final de año, debido a la inflación, ha asfixiado y ahogado a muchos españoles que han visto como su situación económica ha empeorado.
La inflación está al nivel más alto de los últimos 30 años y Pedro Sánchez se niega a ajustar el IRPF a la inflación a pesar de disparar el gasto. Uno de los servicios que más ha incrementado su precio en este 2021 es la luz, que ha alcanzado máximos históricos con el líder socialista en la Moncloa.
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El impuesto inflacionario roba a las familias 11.000 millones de poder adquisitivo. El panorama que se presenta en España de cara a los próximos años si nada cambia es una menor recuperación, más inflación, más impuestos que tendrán que pagar los españoles y más déficit estructural.
La inflación, para que todo el mundo lo entienda, se puede definir el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo. El aumento de un sólo bien o servicio no se considera como inflación.
A la hora del incremento de la inflación, los gobiernos suelen tender a echar balones fuera y a buscar excusas pero la realidad es que son culpables de ese acoso y derribo a las clases medias y trabajadoras, que son las que más sufren este tipo de situaciones económicas.
Los políticos suelen hablar del aumento de la demanda, las "interrupciones de la cadena de suministro" o la avaricia de las empresas. En la mayoría de los casos no dejan de ser excusas ya que nunca van a reconocer su parte de culpa en la subida desmedida y desproporcionada de la inflación.
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La inflación, un fenómeno monetario
La inflación es siempre un fenómeno monetario. Los precios se disparan porque la oferta de dinero aumenta masivamente por encima de la producción real y de la demanda real de dinero. La razón por la que los gobiernos miran hacia otro lado es porque son los grandes beneficiados de la inflación.
Recaudan más ingresos por impuestos indirectos y su creciente deuda se ve lentamente erosionada por la inflación. Por esta razón, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no tienen ninguna intención de actuar contra la inflación ya que es algo que le beneficia de cara al presente y al futuro.