Argentina está viviendo una situación límite: el complicado contexto económico del país parece haber quedado en un segundo plan ante el furor que ha causado la salida del álbum del Mundial de Qatar 2022. Gracias a esta colección, se pueden tener a todos los jugadores que supuestamente van a participar en la cita mundialista. La pasión de los argentinos por el fútbol ha llevado a un evento insólito.
La falta de abastecimiento de cromos en gran parte del país ha provocado que el Gobierno de Alberto Fernández haya convocado una reunión con la asociación de quiosqueros del país y con los responsables de la delegación argentina de Panini, los encargados de editar y distribuir el álbum y los cromos a nivel mundial.
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Los quiosqueros acusan a Panini de favorecer a otros puntos de venta más alejados de la tradicionalidad de los quioscos, que agotan rápidamente sus existencias y se ven obligados a tener que soportar el cabreo de los clientes que se quedan sin los tan ansiados cromos. Hay dos razones que han provocado tal euforia con la colección de cromos del Mundial de Qatar 2022.
La primera de ellas es la conocida afición de los argentinos por el fútbol. Tal y como sucede en España, en aquel país el deporte rey es casi una religión, por lo que hay muchos aficionados que buscan completar la colección para tener un recuerdo futbolístico más. Sin embargo, hay otra razón de peso: podría ser el último Mundial de Leo Messi.
De esta forma, todos los argentinos se han lanzado a las calles para comprar sobres y cajas con el objetivo de sacar el tan ansiado cromo del jugador del Paris Saint-Germain. La demanda, en el intento por obtener el cromo de Messi, ha superado todas las previsiones de Panini, que no puede dar una solución a la falta de productos.
La intranquilidad ha comenzado a extenderse en las calles, lo que está provocando algunos disturbios. Para evitar que la situación degenere en un descontrol total, Alberto Fernández ha reunido a los representantes de los quiosqueros de todo el país y a la delegación argentina de Panini para intentar llegar a un acuerdo de suministros.
Como en toda situación extrema, el mercado negro ha florecido de forma espectacular. Gran parte de los cromos comienzan a alcanzar precios prohibitivos en las ventas entre particulares, pero uno de los que más caro puede salir es el del propio Leo Messi. Varios coleccionistas han comentado que se puede comprar el cromo del jugador argentino del Paris Saint-Germain en el mercado de estraperlo por la friolera de 45.000 pesos, es decir, la totalidad del salario mínimo del país.
En el lado contrario a todos estos sucesos se encuentra un sector de la población argentina que considera que la situación de los cromos no es una prioridad para el país, y han criticado duramente el gesto del Gobierno de Alberto Fernández. Entienden que hay asuntos más importantes que resolver para que la economía argentina mejore notablemente, como la hiperinflación que llevan sufriendo desde hace un par de años y las constantes fluctuaciones del precio del dólar y el euro, monedas que la economía de Argentina toma como referencia.