El Gobierno de España sigue demostrando, día tras día, que su estrategia política pasa por hablar única y exclusivamente de aquellos temas de los que pueden sacar rédito político, como es la exhumación de Franco del Valle de los Caídos o el dinero que España recibirá de los fondos de recuperación europeos.
Sin embargo, entre esos temas ha quedado claro que no está el drama de los abusos sexuales a menores tuteladas en autonomías dirigidas por el PSOE y Podemos, como es el caso de las menores de la Comunidad Valenciana o Baleares.
Así pues, los dos partidos que conforman el Gobierno de coalición han rechazado en el Congreso de los Diputados que la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, comparezca para abordar esta cuestión desde un punto de vista nacional, tumbando así la iniciativa de Ciudadanos.
"Es el momento de encarar este problema desde un ámbito estatal" ha asegurado la portavoz de Ciudadanos Sara Giménez, en conversaciones con OKDiario, lamentando que se estén tomando decisiones con "colores políticos": "¿Por qué no hay una fiscalización nacional de la responsabilidad del Estado en este asunto?".
Sí actuarán en los casos de abusos desde la Iglesia
Pero la hipocresía y la doble vara de medir de socialistas y podemitas no queda sólo en evitar de aquellos temas que puedan ser una 'mancha' en su gestión.
Asi pues, a la vez que el Gobierno socialcomunista se niega a dar explicaciones sobre los abusos a las menores tuteladas de los centros públicos, representantes del mismo Gobierno se han comprometido a "estudiar detenidamente" los casos de abusos sexuales a menores registrados en la Iglesia, siendo ésta una propuesta de investigación de ERC, Unidas Podemos y EH Bildu en el Parlamento.
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"Nosotros siempre estamos al lado de las víctimas; somos el partido mayoritario, tenemos esa responsabilidad y vamos a estudiar atentamente esa petición de comisión de investigación" ha explicado la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en una entrevista en TVE.
Palabras con las que la socialista demuestra, una vez más, que las 'víctimas' a las que representa este Gobierno son sólo aquellas que corresponden a su discurso político, utilizándolas como propaganda a su favor, mientras olvidan a otras víctimas más 'incómodas' para su gestión, como las niñas abusadas de los centros sociales o las víctimas del terrorismo de ETA.