El gesto sincero (y atrevido) de Arrimadas que ha sacado de quicio a todos los independentistas

Inés Arrimadas vino a llamar "loco" a Torra poniéndose el dedo índice en la sien mientras escuchaba las bobadas del el virrey que Puigdemont ha puesto en Cataluña.

El gesto sincero (y atrevido) de Arrimadas que ha sacado de quicio a todos los independentistas
El gesto sincero (y atrevido) de Arrimadas que ha sacado de quicio a todos los independentistas

Francesc de Dalmases, diputado de JuntsxCat, separatista convencido, ha publicado en su cuenta de twitter un mensaje que ha incendiado las redes poniendo a Inés Arrimadas en el centro de la diana y al pie de los caballos. (¡¡Tremendo broncazo en el Parlament!! ¡Así ha sido la enganchada de Arrimadas y Torra!)

"Hoy una persona le ha dedicado este gesto al president Quim Torra y se ha referido a los presos políticos como "gallitos". Y nadie la ha amonestado. Es un grave error. Si la estulticia avanza, la inteligencia recula", ha escrito el diputado en su cuenta de twitter. 

Arrimadas se pone el dedo en la sien

Se trata de un momento en el que durante el cuerpo a cuerpo dialéctivo que ayer mantuvieron Torra y Arrimadas, ésta se puso un dedo en la sien para expresar lo que le transmiten las bobadas de Torra y sus presos políticos en un estado de derecho en donde sólo van a la cárcel los que incumplen la ley. Y en este caso estaban avisados. "¿Está loco este hombre?" se debía preguntar Arrimadas a sí misma. (¡¡Uno de los gurús de TV3 le desea "un cubo de mierda" a Inés Arrimadas!!)

Arrimadas acusó a los presos políticos de ser "muy gallitos en esta cámara". "Pero después, ante los jueces, venirse abajo, pasándose el muerto el uno al otro," dijo. Y eso sulfuró a los separatistas del Parlament poco amigo de aceptar soflamas que no coincidan con su pensamiento único. 

La diputada de la CUP Maria Sirvent pidió que la mesa amoneste a Arrimadas por burlarse de los presos políticos. (Inés Arrimadas justifica su salto al Congreso: "Para España es ahora o nunca")

Lo que sorprende es que Roger Torrent, el partidista y sectario presidente del Parlament, pasara por alto el detalle. Seguro que a estas alturas se lo han recordado mil veces y está profundamente arrepentido