La vuelta de Santiago Solari al club blanco ha reabierto numerosas anécdotas. En Planeta Real Madrid se han hecho eco de una en especial, cuando el interior izquierdo argentino le pidió a Florentino, la incorporación de un compañero suyo para la disciplina merengue.
El nombre que manejaba el que había sido entrenador del Castilla y del primer equipo, era Zlatan Ibrahimovic. Este siempre ha sido un nombre muy recurrente para reforzar la delantera del equipo madridista, pero nunca se ha dado la posibilidad de hacerlo realidad. A pesar que a día de hoy sigue en activo, el fichaje ya se le ha pasado el arroz.
Por cualidades físicas y técnicas, el delantero era óptimo para que se instalara en la titularidad bajo la aprobación del Santiago Bernabéu. Aunque este siempre se hizo el sueco, nunca mejor dicho, cuando desoyó los cantos de sirena del madridismo.
De hecho, por casualidades de la vida hasta acabó jugando en el eterno rival. La espina clavada que hay en un trayectoria. Pero lo rocambolesco de aquella historia fue el desenlace de su adiós. Tras dejar Barcelona, tuvo la posibilidad de firmar por el Real Madrid, pero finalmente las opciones no se cumplieron.
Aunque el Solari que pedía a su amigo, era el jugador y no el entrenador. El volante sudamericano, formó parte de la disciplina blanca durante unos cuántos años y después se mudó al Inter de Milán. Allí compartió vestuario con el protagonista de esta historia e hicieron muy buenas migas.
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