La selección española sigue con sus deberes de clasificarse para la siguiente fase del Mundial. Con un grupo de lo más mediocre jamás visto hasta la fecha, la selección convenció en su estreno contra Costa Rica y empató ante Alemania.
En el primer partido, Luis Enrique, dejó fuera a Dani Carvajal por un resfriado pero ante Alemania si que tuvo la oportunidad de ser titular, algo que el madridismo esperaba con muchas ganas.
En su lugar, ante Costa Rica, colocó a Azpilicueta, y así el asturiano siguió con su propósito de hacerle la vida imposible a los merengues. Posiblemente sea una de las convocatorias con menos participación blanca y eso no gusta al equipo presidido por Florentino Pérez.
Sin embargo, Carvajal, ha hecho méritos suficientes como para ser titular en esta selección. Puede ser uno de los desequilibrantes en ciertos partidos. Su velocidad y potencia han servido para que el Real Madrid sea el mejor equipo del mundo en muchas ocasiones y ante Alemania recuperó la titularidad.
Además de luchar por la titularidad, Carvajal tiene otro papel en la concentración de la selección española. En estos días actúa como padrino de un jugador culé, Alejandro Balde.
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