El fracaso rotundo de Marlaska y su protocolo antisuicidio: no sirve de nada

El plan elaborado por el Ministerio del Interior respecto a este asunto queda en evidencia

Marlaska toma la decisión más cobarde tras la muerte de los guardias civiles
Marlaska toma la decisión más cobarde tras la muerte de los guardias civiles

Si una palabra define el protocolo antisuicidio organizado por Marlaska esa es fracaso. No lo decimos nosotros, lo reflejan los datos. El pasado jueves fallecieron dos guardas y un policía. Lo cierto es que dos años después de la aprobación del Plan de Promoción de la Salud Mental y Prevención de la Conducta Suicida en la Policía y en la Guardia Civil no ha valido para absolutamente nada, básicamente porque no se ha visto reducido el número de fallecidos en las FCSE. 

Las estadísticas no mienten: cada 20 días un policía o un guardia civil se quita la vida en España. Estos registros son devastadores, y no sé a ti, pero a mí me asustanEn 2021 se suicidaron 17 agentes de la Policía Nacional y otros 17 guardias civiles, un 54% más que en el año anterior.

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Sin embargo, no es necesario echar la vista al año anterior. Tan solo con comprobar que el pasado jueves, en menos de un día, dos agentes de la benemérita y un policía se quitaron la vida, ya nos damos cuenta de que el panorama es bastante demoledor.

Bien es cierto que todos los casos son terribles y preocupantes, pero el de la guardia civil que ha matado a sus dos hijas y a posteriori se ha quitado la vida después en Cuenca, ha conmocionado a la sociedad en general y a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en particular. Por si esto fuera poco, no pasó ni un día para enterarnos que otro guardia de 25 años se suicidó en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo. Para el remate final, casi al mismo tiempo, un policía nacional de 40 años se ha quitado la vida en los juzgados de la Ciudad de la Justicia. 

Realmente, las circunstancias personales están detrás del 95% de los casos de suicidios, pero el estrés laboral basado en el acceso fácil a las armas, o las experiencias traumáticas en su trabajo empeoran o desencadenan la tragedia.

Los recursos son insuficientes

Desde los sindicatos policiales recalcan que la clave es seguir desarrollando el plan de prevención ya existente, pero manifiestan que los métodos y los recursos no son del todo suficiente. Mientras la AUGC resalta de que en la actualidad hay menos de 50 psicólogos para atender a 83.500 guardias, el SUP solicita más puntos sanitarios de atención. Por su parte, JUPOL recuerda que los agentes son reacios a que les atiendan psicólogos de la Policía porque tienen miedo de que les acarree suspensiones o prejubilaciones, y exigen que se externalice el servicio de asistencia para vencer las reticencias de policías y guardias. Asimismo, JUCIL no duda en indicar que el estrés y la falta de planeamiento laboral, son factores capitales que pueden agravar la situación personal de los guardias que confunden en el suicidio con una salida a sus problemas.

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Para sintetizar un poco la información, es conveniente señalar que todos coinciden en que la información de las consultas o del estado de guardias y policías no deberían estar al alcance de los mandos. Cabe mencionar, que reclaman al ministro Marlaska el refuerzo de las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales.

"La puesta en marcha del Plan de Promoción de la Salud Mental y Prevención de la conducta suicida en la Policía y en la Guardia Civil es un paso adelante, pero no sirve de nada si el ministro Marlaska no lo dota con los recursos necesarios", exponen.