La Reina Doña Sofía estuvo en Mallorca para participar en uno de los actos en los que más disfruta. Después de asistir el pasado lunes al funeral de la reina Isabel II en Londres, la madre de Felipe VI estuvo presente el pasado sábado en la campaña ecologista “Un metro cuadrado por las playas y los mares”. Este evento se celebró en el puerto de Andratx y estuvo organizado por el Proyecto LIBERA con el objetivo de concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de residuos.
Si atendemos a las informaciones del diario mallorquín Última hora, este asegura que doña Sofía asistió al muelle para recibir una explicación de la campaña. Asimismo, tuvo la oportunidad de ver una muestra de la basura recogida en la isla. Después, la reina se embarcó en un velero de la asociación Alnitak para presenciar en primera persona cómo se desarrolla la limpieza de la playa de Sant Elm por un grupo de voluntarios. Doña Sofía observó también la liberación de dos tortugas marinas, Llucia y Mitty, que fueron rescatadas el pasado verano por unas redes de pesca gracias al Centro de Rescate de Fauna Marina de la Fundación Palma Aquarium.
La Reina Sofía está implicada con el ecologismo
Es habitual ver a la suegra de Letizia en este tipo de actos. Está bastante activa en los temas de ecologismo. De hecho, colabora a menudo con Ecoembes y SEO/Bird Life, las organizaciones impulsoras del Proyecto LIBERA.
Además, a principios del verano pasado, la reina emérita ya participó en una campaña de recogida de basura en el entorno natural madrileño de Soto de las Juntas, donde no dudó en ponerse unos guantes y coger una bolsa para recoger los desperdicios que iba encontrando, mientras que en septiembre volvió a hacer lo mismo en las playas de Alicante.
Este tipo de actividades no tiene nada que ver con la Casa Real
Un dato importante a destacar es que estas actividades no están encuadradas en la agenda de la Casa Real, sino que más bien ella las lleva a cabo como presidenta de la Fundación Reina Sofía, colaboradora con el Proyecto LIBERA.
El hotel favorito de Juan Carlos I y doña Sofía: el flechazo que lo cambió todo
Su preocupación por el ecologismo viene desde hace mucho tiempo. Según explica la pintora Pilar de Arístegui en su biografía sobre la emérita, este hábito de doña Sofía recala en el momento en el que tenía 11 años y se mudó con su familia a Tatoi, un viejo palacio griego que los entonces reyes Pablo y Federica de Grecia habían restaurado y convertido en su residencia oficial. Gracias a los enormes bosques de pinos que rodea a aquella casa tan lujosa, la entonces princesa aprendió a amar la naturaleza y los animales que lo habitaban.
Intenta trasladar esta preocupación por el medioambiente a sus descendientes
Doña Sofía lucha constantemente porque sus descendientes sean conscientes de la importancia de este tema. Por ejemplo, en el verano de 2008 se llevó a sus nietos Froilán y Victoria Federica de Marichalar a la isla de Cabrera para que presenciaran la suelta de tres tortugas que habían sido rescatadas.