Hace algo más de un año, la finca de Cantora se convertía en el centro de la ruptura entre Isabel Pantoja y su ojo derecho, Kiko Rivera. Y es que, en una comida familiar, el DJ descubría los 'secretos' de la tonadillera, entre los que se encontraban las pertenencias de Paquirri, herencia de los hermanos Rivera, y declaradoas como 'robadas' por Isabel Pantoja cuando fueron reclamadas por los herederos del torero.
Una situación que provocaba la ruptura entre madre e hijo, y suponía el principio del fin de la tonadillera, que se encerraba en la finca, con apenas un par de personas, mientras su hijo desvelaba toda la verdad en las televisiones, y Hacienda seguía llamando a su puerta para hacer frente a todas sus deudas.
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Deudas que la tonadillera podría estar a punto de solventar con la venta de la finca Cantora, según aseguran desde el programa 'Viva la VIda', que han destacado que Pantoja habría recibido una suculenta oferta por el lugar.
En concreto, diez millones de euros, que recibiría Isabel Pantoja, y otros dos millones de euros para Kiko Rivera, sería la cantidad ofrecida por una empresa importante de energía que estaría interesada en adquirir "lo antes posible" la finca al completo para convertirla en un campo de molinos eléctricos.
Kiko Rivera pone condiciones a su madre
Un acuerdo económico que el DJ estaría dispuesto a firmar, siendo la venta de Cantora el fin de la obligada relación con su progenitora.
Sin embargo, Kiko Rivera habría puesto, según ha señalado José Antonio Avilés, una única condición para poner su firma en la venta de la finca: que su madre se comprometa legalmente a devolver a sus hermanastros las pertenencias de su padre.
Una información ofrecida por el colaborador de Telecinco que, sin embargo, todavía no ha habría llegado a oídos de Fran y Cayeteno Rivera ya que, según destapa EuropaPress, el abogado de los hermanos no habría recibido información que corroborase las exigencias del DJ.