El fascismo indepe vuelve a utilizar la violencia para silenciar a todos los que no piensan como ellos

Los Mossos d'Esquadra, obligados a intervenir ante la violencia demostrada por los radicales independentistas, a pesar de que defienden su 'pacifismo'.

31 de Enero de 2022
El fascismo indepe vuelve a utilizar la violencia para silenciar a todos los que no piensan como ellos
El fascismo indepe vuelve a utilizar la violencia para silenciar a todos los que no piensan como ellos

El independentismo catalán se ha quitado la careta en los últimos meses, demostrando a la ciudadanía catalana que la preocupación de los líderes secesionistas presentes en el Govern y resto de instituciones no es garantizar el bienestar de sus votantes, sino de sus propios bolsillos.

Algo que, irremediablemente, ha provocado que el secesionismo catalán cuente cada vez con menos apoyo de los ciudadanos catalanes y, por ello, cada vez con menos músculo político para seguir desafiando al Estado español, aunque desde la Generalitat se quiera ofrecer una visión distinta de la situación.

Y es precisamente esta falta de apoyo la que ha provocado que los radicales independentistas cada vez actúen de una forma más fascista y antidemocrática, uilizando la violencia y la intimidación contra todos aquellos que no compartan sus ideales políticos.

Totalitarismo que se ha podido comprobar nuevamente este fin de semana en Badalona, donde los radicales independentistas han intentado agredir a los miembros de Vox que se encontraban pacíficamente haciendo 'guardia' en una carpa informativa de la formación de Santiago Abascal.

Los Mossos, obligados a actuar

Así pues, a pesar de que el movimiento nacionalista catalán se define a sí mismo como un flujo de pensamiento 'pacifista' y liberal, sus acciones demuestran que el independentismo se aproxima cada vez al totalitarismo fascista más radical del siglo XX.

Gritos, insultos e intentos de agresión de los radicales secesionistas que llevaron a intervenir a los Mossos d'Esquadra del lugar, que protegieron la carpa informativa, y que a su vez, fueron víctimas de golpes y gritos de los radicales secesionistas, que no estaban dispuestos a permitir que otra ideología estuviera presente en las calles de Badalona.

Una nueva demostración de violencia e intimidación de los independentistas catalanes más radicales, que vuelve a mostrar el camino a miles de catalanes que, cansados, piden ya un cambio radical en la política catalana que les permita vivir en paz, y en libertad.