El fascismo del catalán vuelve a escena: Albert Donaire y Ómnium no se tapan

La imposición del catalán sigue siendo uno de los grandes deseos del nacionalismo: les molesta que se hable castellano en Cataluña

29 de Septiembre de 2021
El fascismo del catalán vuelve a escena: Albert Donaire y Ómnium no se tapan
El fascismo del catalán vuelve a escena: Albert Donaire y Ómnium no se tapan

El fascismo del independentismo catalán queda más patente cada día. El último ejemplo lo tenemos en Albert Donaire, el famoso líder de los Mossos separatistas, que ha señalado a un centro comercial en sus redes sociales por rotular en castellano: "¿Saben aquel que dice que el castellano está perseguido en Cataluña? Pues resulta que vas a la capital y lo que cuesta es encontrar carteles en catalán. Hace falta una ley de consumo que se haga efectiva donde los comercios tengan que utilizar el catalán", ha reclamado.

Una vez más, la imposición del catalán refleja la realidad que se está viviendo en esa región de España, donde una mayoría de personas cabales y sensatas se está viendo sometida por una minoría que hace mucho ruido, es violenta y no respeta nada. ¿Por qué no puede quien lo desee rotular en su negocio en castellano? A los indepes se les llena la boca con la libertad y la democracia, pero solo para lo que les interesa.

Y la mejor prueba la tenemos, también, en el spot que ha publicado Òmnium Cultural para reclamar el uso del catalán entre los ciudadanos: el independentismo teme que la lengua se pierda porque cada vez se usa menos.

En dicho spot se escucha una voz en off que representa al idioma catalán hablando con un psicólogo y narrando las dificultades que está atravesando para ser usado por los ciudadanos: "La gente no me utiliza tanto como me gustaría", alega la entidad nacionalista.

El independentismo se contradice a sí mismo

La cuestión es: ¿si cada vez se usa menos, no es eso un síntoma de que el independentismo sigue perdiendo fuelle? Posiblemente sí, por eso están locos por intentar evitar que el chiringuito se les hunda.

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Lo que los independentistas reclaman para el catalán es exactamente lo mismo que intentan negarle al castellano en Cataluña, como si estuviéramos hablando de un idioma de primera y otro de segunda. Con lo fácil que sería evitar guerras innecesarias y que cada persona utiliza el idioma que le plazca, en el ámbito que le plazca y sin ningún tipo de imposiciones ni coacciones...

Por fortuna, cada vez son más los catalanes que se atreven a liberarse de cadenas (de verdad) y a hablar en el idioma que les apetece. Si no fuera así, no veríamos publicaciones en redes sociales como estas dos, que reflejan no solo el profundo odio que sienten hacia el castellano sino también el irremediable miedo a que este avance en la sociedad catalana.