Fue durante la celebración de la Eurocopa en 2008. Xavi Hernández regresó a España con el título en el bolsillo y en la celebración madrileña escuchó como los aficionados congregados para recibir a La Roja coreaban su nombre.
Por esa época, 2008, Xavi todavía no había soltado ninguna sandez independentista y la afición madrileña no había empezado todavía a detestarle. Por eso, en un momento de comunión entre los jugadores españoles y los aficionados españoles, a Xavi Hernández le salió del alma un "¡Viva España!" del que después se ha arrepentido, porque sus vecinos separatistas se han encargado de recordárselo.
Sin embargo, nadie le obligó a Xavi y él lo soltó: "¡Viva España!". Y es que España le ha dado mucho a Xavi. En ese momento lo entendía. Luego se le ha olvidado. Especialmente desde que ya no necesita a la selección española para su promoción personal y para ganar dinero.
"España se empeña en negárnoslo todo"
Es el mismo Xavi que se queja de la injusticia de los políticos encarcelados por saltarse la ley. El que les pide que no desfallezcan ofreciéndoles toda su solidaridad. Es el mismo Xavi que después de gritar "¡Viva España!" se cambió de bando y aceptó prestar su imagen a los que quieren acabar con España mientras pedía "una consulta legal y oficial" para vestir de solemnidad un referéndum que llevara a Cataluña a la independencia.
Se ha desviado tanto hacia el independentismo que recientemente recordó en El País que "Va siendo hora de exclamar: ¡viva España! y ¡viva Cataluña! a la vez y que no pase nada. Yo fui a votar el día 9 porque lo considero un paso importante para Cataluña. Pedimos una consulta legal y oficial, y nos la deberían dar. Es tan sencillo como si te llama un amigo y te dice que se encuentra mal, y tú le cuelgas el teléfono. Eso le pasa a Cataluña con España. Somos amigos, conformamos un mismo país: escúchalo. Pero parece que se empeñan en negarnos todo. Si es un asunto que se resuelve dialogando. Vamos, yo lo veo así. Necesitábamos votar y ser escuchados, comprendidos. Sólo eso".
Y, claro, había que borrar lo del "¡Viva España!". Nada mejor que admitir que iba borracho ese día para contentar a la censura indepe: "quizá veníamos de habernos tomado unas cervezas. Lo dije porque lo sentía así. Quise decir también viva el fútbol español y nuestra selección, que nos ha dado tanto", matizó.
Ahora Xavi, con cervezas o sin ellas, sólo grita "Visca Catalunya lliure!". Pero, con cervezas o sin ellas, nunca podrá borrar la imagen que queda para la historia con su "¡Viva España!". Lo dijo... ¡vaya si lo dijo!