El escándalo Villarejo salpica a Cospedal

Dolores de Cospedal y Villarejo se reunieron en 2009, según apunta Moncloa.com.

El escándalo Villarejo salpica a Cospedal
El escándalo Villarejo salpica a Cospedal

El periódico Moncloa.com ha filtrado varias conversaciones en las que se aprecia que Dolores de Cospedal y el comisario Villarejo mantenían una reunión en 2009. La misma la organizó Ignacio López de Hierro, en pleno ‘Caso Gürtel’.

La reunión tuvo lugar en la sede del PP, en Génova, y fue el 21 de julio de 2009. Han trascendido algunas palabras de lo que se comentó en la charla entre ambos que confirma que el escándalo toca, de pleno, a la exsecretaria general del Partido Popular.

Cospedal se ocupó, según dicho medio, de que Villarejo entrase a la reunión de forma secreta y garantizándose que no le vería nadie por los pasillos hasta la puerta de sus oficinas en la séptima planta.

El marido de la secretaria del PP, por aquel entonces, se había encargado de organizar con Villarejo varias entrevistas en cafeterías de Madrid y manteniendo la máxima discreción posible: "Yo te recojo en un coche camuflado del PP cuando tú digas, vamos a Génova, entramos en el garaje y de ahí a un ascensor al despacho de María Dolores. Luego sales por el garaje, el coche te lleva donde tú digas, y punto”, le comentaba Ignacio en una de esas reuniones.

Una vez llegados a la reunión, así lo recoge Moncloa.com todo lo que sucedió:

El vídeo filtrado y la charla

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–Villarejo: Puntuales. Prusiano total.

–Cospedal: Ya está, perdón.

–Villarejo: ¿Qué tal, cómo estás?

–Cospedal: Encantada. Muchas gracias, ¿un café o algo? Villarejo tomará “un cafelito”, Cospedal y su esposo prefieren agua. Del Hierro le cuenta a su mujer el incidente al acceder a su despacho y sus preocupaciones por la seguridad del encuentro. Cospedal da garantías sobre la misma:

–ILH: Nos han hecho un lío, porque nos mandaban a la sexta. Porque está en obras y nos podemos encontrar con Ana Mato.

–Cospedal: Que no, claro que no, yo no había dicho nada. Es que se supone que este señor se tenía que haber ido ya, estaba ahí con Fernando Jaúregui y no terminaba de irse, no terminaba de irse, y he dicho, no Mariví. Que me esperen ahí.

–Villarejo: No pasa nada.

–Cospedal: No, si no hay nadie ahora, porque como estamos con el horario de verano y esta planta está en obras, pues aquí no hay nadie. Aquí estamos solo Mariano (Rajoy) y yo, y ahora no está, o sea que no hay nadie.

–ILH: Tú le has comentado a Cotino (Juan Cotino, consejero de la Generalitat Valenciana y exdirector general de la Policía) que tú y yo hablamos.

–Villarejo: Mmm, no.

–ILH: Cotino se lo ha dicho a María Dolores.

–Villarejo: No, no, no. Yo lo que le he dicho es que, del entorno…

–ILH: Exacto, del entorno.

–Villarejo: Sí, sí, porque me dice, me gustaría que hablaras con María Dolores, y digo, yo estoy hablando con el entorno.

–ILH: Sí, eso es lo que pasa. Es lo que le ha dicho.

–Villarejo: ¡Claro! ¿Por qué? Porque no hace falta. De todas maneras, hombre, dile que somos amigos.

–ILH: Con ella te pongo con el pseudónimo. Voy a ver a ‘Pepe Pérez’, vengo de ‘Pepe Pérez’.

–Villarejo: Ah, muy bien, muy bien.

–ILH: Siempre con el pseudónimo. Y dice, Pepe Pérez debe ser del que me habla a mi Cotino, jeje, que me habla a mi Cotino, dice.

–Villarejo: Claro, claro, efectivamente.

–Villarejo: (…) Por favor, lo que sí es importante es que tengamos claro que si esto que estamos hablando trasciende indirectamente…

–ILH: No hombre, no. –Villarejo: Te hago el matiz.

–Cospedal: Haces muy bien en decirlo, pero sí, desde mi punto de vista es igual, no puede trascender.

–Villarejo: Insisto, la discreción es fundamental.

–Cospedal: No te preocupes. Nada, por eso ni te preocupes.

–Villarejo: La buena suerte, como dicen, en tu casa o en la mía, y tal, nosotros tenemos la excusa absoluta. Ignacio y yo nos conocemos desde hace casi 30 años, mil años. Además hemos hecho maldades y bondades juntos ya se me han olvidado casi todas.

–Cospedal: Ya. –Cospedal: Mariví, es discreción absoluta, absoluta. Aparte que no saben ni tu nombre, pero bueno, es la discreción absoluta.

–Villarejo: Que te quiero decir que este sistema, cojonudo, el tal. O sea, todo lo que sea. ¿Por qué? Tú no te preocupes que si tú no entiendes y tal, yo tendría una excusa para salir adelante y porque además, en el último extremo, yo digo como he dicho siempre, como no me dejen preñado, yo ya… Otra maldad ya no puede haber. Yo hace muchos años que tengo mis negocios, mis cosas, y con lo que tengo mueven vínculos con la casa, pero nada más ¿no? Pero, hombre, mis contactos, mis buenas relaciones y tal.

–Cospedal: Que sí, que sí.

–Villarejo: Se nos vendrían todas para abajo. Entonces…

–Cospedal: Que no, que no. Que yo soy la primera que a mí también se me vendría abajo, sería absurdo.

–Villarejo: Además, habrás visto que cada vez que yo le he dicho algo a Ignacio lamentablemente se ha cumplido.. (…). La reunión acaba y Cospedal da órdenes para una salida discreta de su visitante.

–Cospedal: Que nos llamen al ascensor. Vamos directamente al garaje. ¿Lo tenemos ahí? ¡Venga, vamos!