En 1998, a raíz de una felación de una empleada de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky (22 años), al presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton (49), surgió el escándalo.
El escándalo Lewinsky también es conocido como ‘Monicagate’, ‘Lewinskygate’, ‘Tailgate’, ‘Sexgate’…
En 1995, Lewinsky entró a trabajar en la Casa Blanca.
Años después empezaría una relación personal con Clinton cuyas conversaciones telefónicas fueron grabadas por Linda Tripp, amiga y compañera de Lewinsky en el Departamento de Defensa.
La aventura extramarital y la consiguiente investigación se convirtieron en 1998 en el entretenimiento de los estadounidenses.
El apoyo de Hillary
Hillary Clinton apoyó a su esposo durante todo el escándalo.
La propia Hillary, al igual que numerosos dirigentes del Partido Demócrata, declararon entonces que todo el escándalo era en realidad “una vasta conspiración de la derecha que ha estado conspirando contra mi marido desde el día que anunció su candidatura para presidente".
El juicio
Finalmente, el Partido Republicano consiguió llevar al presidente Clinton a un juicio político por perjurio y obstrucción a la justicia.
En el juicio, que duró 21 días, Clinton fue absuelto de todos los cargos por parte del Senado.