Carles Puigdemontse fugaba, tras la fallida declaración de independencia en Cataluña del 2017, encontrando su particular 'refugio' en Waterloo, lugar donde, desde un magnífico palacete, el independentista fugado sigue defendiendo el movimiento nacionalista catalán frente a la 'opresión' del Estado español.
Una 'acción exterior', que el secesionista asegura que forma parte de la estrategia internacional del independentismo, que Puigdemont extiende, no sólo en el Parlamento europeo, sino también en los países vecinos a España, donde busca similitudes con otros movimientos secesionistas.
Tren de vida del president fugado, entre viajes y estancia en Waterloo, así como representación 'exterior' de la Generalitat de Cataluña, que ha enmarcado en la creación de una nueva institución secesionista, el 'Consell per la República', liderado por él mismo, y que promete convertirse en el centro de la gestión independentista cuando Cataluña sea independiente.
Sin embargo, tal y como ha podido saber OKDiario, de momento, todas las promesas del independentista actualmente se han quedado únicamente en palabras, siendo el Consell de Puigdemont únicamente una fuente de financiación para la lujosa vida del fugado en su refugio belga.
Más de dos millones de euros de beneficios
Así pues, los cerca de 100.000 socios del Consell per la República de Puigdemont habrían proporcionado cerca de dos millones de euros al fugado de Waterloo.
En concreto, cada uno de los socios habría abonado, en calidad de cuota anual para pertenecer al club, una cantidad que oscila entre los 20 y los 60 euros, siendo imposible pertenecer al Consell sin abonar una cuota anual. Una suma que ascendería hasta los más de dos millones de euros, con los que los ciudadanos anónimos de Cataluña subvencionan la "estructura independentista" del fugado.
Del mismo modo, el Consell obliga a esos mismos socios a adquirir el conocido ya como 'DNI catalán'; un documento que no tiene efecto fiscal alguno, aunque el proyecto de Puigdemont espera conseguir que se convierta en una estructura con la que conseguir descuentos a través de la afiliación al Consell.
Un documento falsamente 'fiscal' por el que cada socio paga seis euros, en su formato digital como un código QR, o 12 euros, si lo desea en formato físico.
Dinero que, nuevamente, no responde más que a un nuevo engaño de Carles Puigdemont, que fundamenta sus discursos desde Waterloo en la utopía de la independencia catalana, seduciendo a miles de ciudadanos catalanes, y utilizando los beneficios económicos de sus mentiras para conseguir un tren de vida de altos lujos y 'viajes representativos' por toda Europa, mientras la Justicia busca, por todos los medios, conseguir su extradición, y con ello, acabar con las mentiras del independentismo dentro y fuera de España.