La tercera ola del coronavirus se está notando brutalmente por todo el panorama mundial, estando gravemente afectada la Unión Europea después de la detección de la cepa británica del Covid-19, que se expande con mayor rapidez y con mayor capacidad de contagio que la cepa original.
Ante los angustiosos números de contagios y fallecimientos a causa de esta pandemia, la Comisión Europea ha presentado este lunes un planteamiento, en el que se recomienda la creación de una nueva área de riesgo de "rojo oscuro", con un incidencia superior a 500 casos.
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"Es urgente reducir las infecciones relacionadas con los desplazamientos" ha defendido el eurocomisario de Justicia, Didier Reynders, al darse a conocer esta decisión europea.
Una decisión que Bruselas ha extendido, proponiendo restringir los viajes a estas zonas 'rojas', coordinando así las restricciones de movimiento según las zonas más afectadas, y evitando el cierre generalizado de las fronteras de la primera ola del covid-19.
Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y País Vasco se salvan
A pesar de las recomendaciones de la UE, destinadas a frenar los contagios a la vez que a evitar la total paralización de las fronteras, Bélgica ya ha prohibido directamente los viajes no esenciales.
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Una decisión que no se espera que se tome desde el Gobierno de España, uno de los países marcados como zona 'roja' por Bruselas, ya que sólo Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y País vasco se librarían, según los datos de Sanidad, de ser prohibidas por Bruselas, a pesaar de que algunas zonas dentro de estas regiones sí tienen una incidencia superior a los 500 casos.
Una nueva 'zona roja oscura' que señala directamente a Salvador Illa, máximo responsable de Sanidad, que ha 'desaparecido del mapa' de la gestión de la pandemia, poniendo su foco de atención en su candidatura a la Generalitat de Cataluña.