Los padres de Aitor, el joven que murió ahogado tras negársele una ambulancia, cuentan su testimonio.
La madre, Carmen Ruiz, dice que sigue escuchando dentro de su cabeza la voz del médico del 112 que le negó la ambulancia a su difunto hijo.
23 minutos fatídicos
Carmen llamó al 112 y le aseguró al médico que su hijo se estaba ahogando. La persona al otro lado del teléfono le indico que su hijo estaba perfectamente y preguntó que si había salido de fiesta o había tomado algo.
Todo ocurrió un domingo por la mañana. Después de desayunar los padres escucharon un golpe. Era su hijo desplomado en el suelo. No podían trasladarle ellos mismos al hospital debido a su gran altura, 1,80, así que llamaron al 112.
El médico de los servicios de emergencia pidió a la madre que Aitor se pusiera el teléfono y le aseguró que su hija “respira perfectamente”. En el audio de la llamada escucharán como su hijo pronuncia unas palabras de muy difícil comprensión.
“El médico me dijo que yo no le iba a decir cómo hacer su trabajo”, comenta Bartolomé García, padre de Aitor. “Le has destrozado la vida a mi hijo a sus padres”, añade.
“Es lamentable que tengamos que dar con una persona que te trata de esta manera tan despreciable con falta de humanidad y falta de sensibilidad totalmente, a parte de preguntarnos que si está drogado”.
“Pensó que mi hijo era un drogadicto”
Algunos minutos después repitieron la llamada al 112. Llamaron hasta 5 veces al 112 y una a la Guardia Civil.
La defensora del paciente, Carmen Flores, lamentó que el “médico ejerciera de vidente”
y no reaccionara hasta que le dijeron que Aitor había dejado de respirar definitivamente.
Flores espera que las personas que atendieron la llamada no vuelvan a ejercer en su vida: “que estas personas cumplan un castigo y no vuelvan a ejercer en su vida. Mi hijo lleva dos años en el cementerio. En el primer momento me tenían que haber mandado una UVI”. (Dramático audio de una llamada al 112: “Señora, su hijo no tiene nada”…¡Y murió!)