El drama que vive un policía local por atreverse a multar a una de la CUP

El jefe de la Policía Local de Capellades considera que el acoso se debe a una multa.

21 de Junio de 2019
El drama que vive un policía local por atreverse a multar a una de la CUP
El drama que vive un policía local por atreverse a multar a una de la CUP

El jefe de la Policía Local de Capellades, Miguel Ángel Hernández, ha denunciado que sufre "persecución" y acoso desde hace cuatro años.

Hernández ha asegurado que este acoso se produjo desde que denunció a una concejal de la CUP que tuvo un accidente conduciendo bajo los efectos del alcohol poco antes de las elecciones de 2015. (El impresentable cómic separatista que indigna a la Policía)

"Por no ceder a las directrices de la CUP y no retirar la denuncia empiezan a ampliarme las horas de trabajo y el trabajo de oficina hasta llegar a hacer 27 horas seguidas de servicio a las fiestas del municipio", ha señalado en una entrevista.

"Me comentaron que tendríamos problemas porque iba borracha, yo les dije que realizaran su trabajo como cualquier otra persona", ha explicado el jefe de la Policía Local. (El responsable de la Policía confirma que los Mossos les dejaron tirados el 1-O)

"Realizamos el atestado por delito contra la seguridad del tráfico, superaba cuatro veces la tasa permitida. Un par de semanas después se realizaron las votaciones municipales y ganó la alcaldía la CUP, así comienzan cuatro años de persecución", ha afirmado Hernández.

Además de hacerle trabajar más horas con jornadas que superan las 24 sin descanso, le abrieron un expediente. "Me abrieron el primer expediente disciplinario, saltándose la normativa, y me suspenden de empleo y sueldo, un año y medio sin cobrar nada". (¿Para qué llaman a la Policía Nacional habiendo 17.000 Mossos en Cataluña?)

Han intentado echarle en muchas ocasiones

El Policía ha confesado que le han abierto "tres expedientes" y que tiene "unas diez denuncias". "No he hecho nada fuera de la ley y de mi trabajo, sólo no ser independentista".

"Hay mucho miedo, por las represalias. Yo he tenido que abandonar mi casa, han venido a una casa a 40 km de distancia a amenazarme, sin esconderse los CDR-KP (CDR Capellades ) y me han pintado el coche con amenazas a la puerta de mi casa", ha sentenciado.