El enfrentamiento militar entre las fuerzas israelíes y palestinas se intensifica desde hace días, siendo los civiles los que, desde sus casas, contemplan el horror y reciben la peor parte de este fuego cruzado.
Concretamente, desde el lunes, el cielo de Israel, principalmente en la ciudad de Tel Aviv, se ha visto invadido por más de 1.000 misiles lanzados por Hamás hacia Israel, mientras que las fuerzas israelíes llevaban a cabo decenas de bombardeos en Gaza, donde las víctimas se cuentan por decenas.
Una situación límite en la que está destacando una de las herramientas militares más potentes de Israel, el Domo de Hierro: un escudo antimisiles que ha conseguido detener en el aire cerca de 850 de los 1.050 misiles enviados por Hamás desde la Franja de Gaza.
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Un escudo, elaborado por la compañía Rafael Advanced Defense System LTD, muy cercana a las fuerzas armadas israelíes, en colaboración con los Estados Unidos, que es capaz de detener el 90% de los misiles balísticos, cruceros y cohetes que se consideren una amenaza en zonas de población.
Un primer radar detecta y rastrea los misiles que se encuentran en zona aérea; desde el sistema de control, los algoritmos permiten calcular el punto de impacto de dichos misiles, y valorar si el lugar de alcance del cohete puede suponer una amenaza para las vidas de los civiles.
Como último paso, el lanzador dispara misiles de contraataque, que se dirigen directamente al punto calculado por el radar, eliminando la amenaza antes de que ésta impacte.
Las debilidades del escudo: la saturación del radar
A pesar de la fiabilidad del sistema de detección y destrucción de misiles que puedan suponer un riesgo, los expertos aseguran que el Domo de Hierro no es infalible; una pequeña debilidad que los militantes palestinos conocen, buscando saturar el sistema de radar, que acabe saturando y evitando el buen funcionamiento del escudo.
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Tal y como ha asegurado el analista de Inteligencia Yonah Jeremy Bob para 'The Jerusalem Post', el Domo está siendo muy efectivo a la hora de repeler los ataques de Hamás, pero podría verse en serias dificultades a la hora de analizar y destruir las amenazas aéreas de organizaciones como Hezbolá, con capacidad para lanzar más misiles, en menos tiempo, y desde diferentes ubicaciones.
Una dificultad que aumentaría el número de fallecidos que, día tras día, se contabilizan en el conflicto entre Israel y Palestina; y es que, a pesar de la gran eficiencia del Domo, cada uno de los misiles que no son interceptados por el escudo, suponen decenas de vidas civiles e inocentes sesgadas sin compasión.