El hecho de que José María Brunet sea uno de los periodistas referencia en el sector de la información de tribunales hace pensar que tiene el puesto de trabajo garantizado.
No en vano, el año pasado el periodista recibió el premio a la Independencia Judicial de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, en reconocimiento al "tratamiento objetivo, independiente y riguroso" del catalán en sus redacciones.
También los 40 años que ha pasado como redactor jefe de La Vanguardia, siendo un peso fuerte dentro del periódico, parecían mostrar que el periodista y el medio eran un matrimonio consolidado y feliz. (¿Cambio en la dirección de El País?)
Sin embargo, la directiva de La Vanguardia ha decidido prescindir de una de sus estrellas en la redacción.
Competencia dentro de la redacción
El conflicto reside en el enfrentamiento entre Brunet y Carlota Guidal a la hora de repartirse las funciones redaccionales, ya que ambos están especializados en la información de los tribunales.
A pesar de ser uno de los pesos pesados del periódico, La Vanguardia ha afirmado que el despido se ha producido por "una acción deshonesta del periodista con el diario".
Declaración que Brunet desmiente, y por la que se platea asistir a los tribunales, esta vez, como acusación.