Eden Hazard ha vuelto de las vacaciones mejor que nunca, en un estado de forma que ha impresionado a todos en el vestuario y que ha dejado claro que tiene intención de hacer una gran temporada con el Real Madrid.
Años anteriores, durante el verano se 'abandonó' y luego le fue imposible encontrar su mejor nivel físico, encadenando lesiones. Eso es algo que no va a suceder y gran parte de culpa la tiene lo que sucedió el pasado día 5 de mayo y posteriores.
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Tras la eliminación del Madrid en la Champions, hubo muchísimas críticas contra el belga por unas imágenes en las que aparecía riéndose con sus ex compañeros del Chelsea, verdugo blanco. Todas esas críticas le removieron por dentro.
Fue aquel día cuando Eden Hazard decidió que iba a trabajar duro para cambiar su situación en el Madrid. Tras el partido de Stamford Bridge, vio claro que su sueño de triunfar en el club blanco se le estaba empezando a escapar.
Hazard, vacaciones sin descanso
Por este motivo, Hazard comenzó poco a poco a prepararse para la Eurocopa con la decisión tomada de que durante las vacaciones no se dejaría llevar por la inactividad y las comilonas. El belga se ha preparado a fondo durante su periodo vacacional, ha mantenido una dieta estricta y ha seguido los consejos de entrenamiento personal que le dio el preparador físico madridista, Antonio Pintus.
El vestuario se alegró mucho al verle de vuelta y comprobar que su esfuerzo ha dado sus frutos. Hazard nunca había estado tan esbelto desde que llegó al Madrid como lo está en la actualidad.
Está convencido de que va a triunfar en el Madrid, sabe que ya ha dejado pasar mucho tiempo desde su llegada y que la oportunidad de su vida se le está escapando de entre los dedos. Y no se va a quedar parado dejando pasar el tren más soñado por cualquier jugador.
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Trabajar sin descanso es la fórmula con la que aspira a recuperar terreno y a ganarse la confianza de Ancelotti y el club primero y después de los aficionados, que ya han empezado a mostrar su impaciencia con él. Posiblemente, esta temporada sea su última oportunidad de demostrar lo que lleva dentro.