Pensar en uno mismo cuando se juega al fútbol es sinónimo de problemas. El fútbol es un deporte de equipo, en el que es importantísima la unión del vestuario, el apoyo entre compañeros, los detalles que marcan diferencias. Gareth Bale es un futbolista gigantesco, pero todavía no ha aprendido esta lección. Vinicius Jr., en cambio, sí.
La deportividad, la humildad, la amistad y el gran corazón del brasileño hicieron que, lejos de sentirse molesto con la brillante actuación de Rodrygo ante el Galatasaray, acudiera al vestuario tras el partido para felicitar a su compatriota. Ambos están llamados a ser el futuro del Madrid, aunque por ahora las cosas le van mejor al ex del Santos.
Bale y Vinicius, las dos caras de la moneda
Mientras Vinicius Jr., a pesar de haber quedado demostrado que está un escalón por debajo de Rodrygo, bajaba a vestuarios para saludar a su competidor por un puesto en el equipo, Gareth Bale se recogía rumbo a casa antes de tiempo por enésima ocasión. Esta vez el partido estaba ganado, al menos.
El futbolista brasileño bajó al vestuario y dio la enhorabuena a Rodrygo por lo que había hecho con un gran abrazo que demuestra que está sinceramente feliz por él, más allá de que le habría gustado sin duda estar en su pellejo. Envidia, pero sana. Y alegría porque las cosas le estén yendo tan bien a su amigo. (Éste es el mensaje que ha enviado Neymar a Rodrygo tras su hat trick perfecto en el Real Madrid - Galatasaray).
El detalle es digno de admiración y contrasta con el comportamiento de otros futbolistas, tanto en el Real Madrid como en otros equipos, que tiran de egoísmo para engordar su propio ego en lugar de pensar en el bien colectivo.
Zidane toma nota de la actitud de Vinicius
Aunque Zidane considera que Vinicius todavía tiene mucho que mejorar, está verde para ser titular en el Real Madrid, el técnico francés toma nota de la buena actitud del brasileño y espera poder recompensarle dándole minutos. Eso sí, solo lo hará cuando considere que Eden Hazard necesita descanso o cuando le falle el plan para la banda derecha, donde Vini no se encuentra demasiado cómodo.