Analizamos los riesgos que supone volar en avión, aunque valga decir que es más peligroso (estadísticamente hablando) viajar en coche que en avión.
Estadísticamente, las posibilidades de accidente durante el vuelo se dividen del siguiente modo:
31,2% Aterrizaje
19,2% Ascenso
9,8% Despegue
4,6 % Ruta
4% Avión en pista.
Así pues, podemos afirmar que se producen más accidentes en el aterrizaje que en el despegue.
Los riesgos que comporta cada maniobra
En el aterrizaje, aunque puedes abortar la maniobra con mayor facilidad que en el despegue, existen varios riesgos: puede ocurrir que el tren de aterrizaje no funcione, que por la presión se exploten las llantas del tren, o que los mandos de controles no funciones correctamente.
En el despegue hay un intervalo de tiempo en el que cualquier fallo en el motor podría ser fatal y sin posibilidad de respuesta.