El presidente de la Generalitat Quim Torra no utiliza el despacho habitual del Palau que anteriormente perteneció a Carles Puigdemont.
En un principio, se llegó a justificar esto como una condición, entre otras, impuesta por el expresident Carles Puigdemont al elegido para sustituirle.
Desde la Generalitat se insistió en que el despacho que debería ocupar el presidente de la Generalitat, Quim Torra, simplemente estaba pendiente de unas obras.
El Partido Popular de Cataluña ha cuestionado al Govern ante la sospecha sobre la veracidad de la condición y la la Conselleria de Presidència ha desvelado que las obras se han complicado por la presencia de amianto.
La Dirección de Servicios del Departament ha señalado, en un escrito, que el motivo que justifica la tarea de remodelación es el hundimiento del suelo de roble del despacho y del Saló de la Mare de Déu de Montserrat.
Además, ha añadido que inicialmente se pretendía simplemente cambiar el suelo por otro de las mismas características y diseño, pero bajo el pavimento del despacho se encontraron placas de fibrocemento.
Múltiples daños
Las placas de fibrocemento encontradas en el despacho, compuestas de cemento y polvo de amianto, "han tenido que ser extraídas siguiendo el protocolo de seguridad y salud establecidos".
Además, se han tenido que sustituir los revestimientos murales dañados del Saló de la Mare de Déu de Montserrat, lugar donde Quim Torra tomó posesión como jefe del Govern en un acto austero.