El párroco de Premiá de Dalt, Josep Colomer Busquets, no sólo se bebe el vino cuando da misa. Ha compuesto un poema donde define a Cataluña como “la hija malquerida y despreciada” por la “madrastra España”.
El religioso asegura que lo ha escrito porque España obliga a los catalanes a habar en español, como “en los años cuarenta y sesenta”. Parece mentira que se lance esa afirmación desde los pueblos, totalmente infectados por el separatismo.
El poema va dirigido a los vecinos del barrio del Barato, en Vilasar de Mar, con motivo de la celebración de la fiesta mayor en esa localidad, que se celebra todos los años a principios de agosto.
Pueblos gobernados por golpistas y separatistas
En el poema se pueden leer estrofas como: “si para conservar nuestra cultura y lengua separatistas nos hemos de volver, viva Cataluña libre pues queremos el catalán”.
El monseñor, que se resiste a jubilarse, vive en un pueblo gobernado por los golpistas de JxCat. Y los vecinos de Vilasar de Dalt han escogido a ERC para que les lidere.
Iglesia infectada
¿Dónde está entonces la prohibición en estos pueblos para no hablar catalán? No la hay, simplemente el catanazi del párroco ha buscado una excusa para escribir ese poema independentista.
Se une a la lista de iglesias corrompidas por el independentismo, radicalizados desde el 1-O. No son pocas las iglesias en Cataluña que muestran simbología indepe en sus fachas o incluso piden oraciones por los golpistas encarcelados. (¡¡Bochornoso!! Los indepes harán campaña por el odio a España en el aniversario de los atentados de Barcelona)