Silencio. Esa ha sido la absoluta respuesta del Defensor del Pueblo de Cataluña, el Síndic de Greuges, ante el acoso que está sufriendo el niño de cinco años de Canet del Mar, y su familia, por pedir que se cumpla la ley, y que se ofrezcan el 25% de las clases en castellano.
Así pues, Rafael Bidó, que persona a esta figura del Defensor del Pueblo, ha evitado pronunciarse contra este acoso, tal y como ha lamentado la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) en sus redes sociales, recordando que una de las principales funciones de Bidó es la "protección del menor".
"El Síndic de Greuges, que tiene por especial misión la protección del menor, aún no se ha pronunciado para pedir protección al menor de Canet de Mar amenazado por pedir estudiar también en español" lamentan.
Eso sí, Bidó sí estuvo rápido a la hora de criticar la sentencia del supremo que imponía el 25% del castellano en la educación pública catalana: "la determinación de una cuota única por parte de un tribunal sustituye a la competencia de la Generalitat" criticó el Síndic poco después de hacerse pública la sentencia "comporta un riesgo elevado de segregación social y lingüística y afecta negativamente a la competencia lingüística en lengua catalana de los niños de familias no catalanohablantes".
Aumenta el acoso a la familia
El silencio del Síndic también se une al de la Generalitat de Cataluña, habiendo acudido al centro este jueves el propio conseller de Educación,Josep González Cambray, para reunirse con la dirección y algunas familias a favor de la inmersión lingüística, ignorando a la familia víctima del acoso, y negándose a responder en castellano a las preguntas de los medios.
Una actitud que también ha sido predominante en el Ayuntamiento y en la ciudadanía del lugar, habiéndose organizado este viernes una manifestación, a la que acudieron más de 500 personas, para hostigar a la familia.
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Una marcha, liderada por diputados de Esquerra, Junts y la CUP, en la que se han proferido gritos a favor de la banda terrorista 'Terra Lliure', en contra de España, a la vez que se ha mantenido constante el discurso de odio contra la familia. Un discurso que ha ampliado el radical independentista Santiago Espot en sus redes sociales, donde ha comparado a esta familia con "terroristas de Hamás".
Señalamiento que ha llegado incluso a los medios de comunicación secesionistas, que han difundido información sobre los padres del menor, como la identidad y la profesión del padre, poniendo en riesgo, no sólo su intimidad, sino también su integridad física.