Rodrygo se ha convertido en la gran sensación de la temporada en el Real Madrid. Sin desplegar un fútbol tan vistoso como Vinicius Jr., por poner sobre la mesa la eterna comparación con su compatriota en el equipo blanco, su eficacia está fuera de toda duda.
Ese pragmatismo que muestra sobre el terreno de juego se ha traducido no solo en la confianza de Zidane, sino en unos números que le sitúan a la cabeza de la Liga en cuanto a efectividad. El futbolista brasileño es una rara avis entre los atacantes del campeonato español, ya que tiene un porcentaje de acierto en el pase altísimo para estar hablando de un jugador de vanguardia.
Rodrygo tiene más de un 90% de acierto en el pase
Es extraño que un futbolista que se mueve por el frente de ataque, que realiza pases arriesgados para romper la defensa con frecuencia y que está debutando en el mejor club del mundo tenga un porcentaje de acierto tan elevado. Un 90,9% de los pases intentados por Rodrygo han llegado a buen término en la Liga, números que no iguala ningún otro jugador de ataque del campeonato. (La solución al mayor problema del Real Madrid está mucho más cerca de lo que parece).
De hecho, el brasileño es el cuarto de la Liga que menos pases falla, solo por detrás de Toni Kroos (93,3%), Frenkie De Jong (92,6%) y Clement Lenglet (91,1%). Iguala en porcentaje con Francis Coquelin, Daniel Carriço y Sergio Ramos. Llama poderosamente la atención que todos estos jugadores son defensas o mediocentros organizadores, ni un solo delantero.
Hay que bajar hasta el puesto 41º de esta lista para encontrar otro atacante en esta lista. Y sí, no es otro que Karim Benzema con un 86,7% de acierto en el pase. Este dato habla muy bien de Rodrygo y explica a la perfección por qué se ha ganado un sitio en el Real Madrid. Tiene desborde, tiene gol y nunca se precipita, toma siempre la decisión correcta. Arriesga solo cuando huele la sangre, si no es así se preocupa por dar continuidad a la jugada con compañeros bien situados.
Siempre busca la mejor opción
Rodrygo se ha convertido en un valor seguro para el Real Madrid porque siempre busca la mejor opción para que el equipo cree peligro o en su defecto para mantener la posesión del balón. Pierde muy pocos balones y de hecho tampoco de cara a puerta arriesga sin necesidad. Lo demuestra el hecho de que solo dispara a portería una vez por partido, mientras que otros atacantes lo intentan una y otra vez. No se vuelve loco y solo cuando tiene una verdadera oportunidad de marcar prueba al portero rival. Una humildad y un compromiso colectivo digno de elogio. (¿A quién le echa la culpa el Real Madrid por la falta de gol en el equipo?).