El crimen del triángulo de la Guardia Urbana: Los dos sospechosos se acusan entre sí

"Rosa Peral no será una santa, pero desde luego lo que les puedo asegurar es que no es una asesina", sostiene su defensa

03 de Febrero de 2020
El crimen del triángulo de la Guardia Urbana: Los dos sospechosos se acusan entre sí
El crimen del triángulo de la Guardia Urbana: Los dos sospechosos se acusan entre sí

Los sospechosos del crimen de la Guardia Urbana, los agentes del cuerpo Rosa Peral y Albert López, han reafirmado en el primer día de juicio sus acusaciones mutuas del asesinato del novio de ella, también urbano.

Sus abogados han tratado de acusar al otro pese a que Peral y López se enfrentan a hasta 25 años de cárcel como presuntos coautores del asesinato del novio de ella, Pedro R., al que presuntamente mataron y trasladaron sin vida en el maletero de su coche hasta la zona del pantano de Foix y lo quemaron en mayo de 2017.

"Los dos hombres se pelearon por mi clienta"

Ambas defensas piden la absolución de los acusados, y la de Peral también pide para ella una eximente por miedo insuperable, ya que alega en su escrito que él estaba obsesionado y no aceptaba su relación con la víctima, por lo que supuestamente cometió el crimen con un hacha, y ella no le delató por el "pánico que sentía por lo que pudiera pasar a sus hijas".

La abogada de Peral, Olga Arderiu, ha defendido que la explicación lógica de los hechos es que los dos hombres se pelearon por su clienta, auque ha lamentado que esta hipótesis "no vende porque no tiene morbo", por lo que ha pedido a los miembros del jurado que olviden lo que hayan podido leer.

La letrada también ha cuestionado que Peral supuestamente matara a Pedro R. porque era la pareja con la que convivía, se iban a casar, a tener un hijo y "tuvieron un fantástico día" cuando ocurrieron los hechos.

La polémica foto de la felación de Rosa Peral

Ha insistido en que "no existe motivo sentimental ni económico" que llevara a Peral a cometer un crimen, argumentando que tenía un trabajo estable, era buena madre de dos niñas y ya había roto relaciones anteriores, pero sí que ha apuntado que López estaba obsesionado con ella, ya que lo había dejado por Pedro R., según ha dicho.

Arderiu también ha asegurado que Peral le pregunta en muchas ocasiones si la juzgan por un asesinato o por las relaciones sexuales que ha tenido, y ha advertido al jurado de que "muchos testigos vienen a hablar del pecado, y no del delito", poniendo como ejemplo al superior jerárquico de la Urbana que fue juzgado y absuelto por falta de pruebas de que hubiera difundido una foto de Peral practicándole una felación.

"Peral ha promovido un estado de opinión concediendo entrevistas"

La abogada ha concluido su intervención asegurando: "Rosa Peral no será una santa, pero desde luego lo que les puedo asegurar es que no es una asesina".

El abogado de López, José Luis Bravo, ha iniciado su turno reprochando a Peral haber concedido entrevistas a los periodistas, "promoviendo un estado de opinión" determinado, y ha resaltado que su cliente no lo ha hecho para mantener un juicio limpio y justo, según ha dicho.

También ha lamentado que, con sus declaraciones, Peral ha convertido a López en "una especie de monstruo" que salta vallas, que coge un hacha y destroza una persona, que mata niñas y que mató a un mantero, ha manifestado el letrado, que ha subrayado que la única prueba contra su cliente es la declaración de ella.

Ha descartado que López sintiera celos y ha dicho que fue él quien rompió con Peral porque no se quería comprometer con ella, además de señalar que la otra sospechosa ha hecho cambios en su versión de los hechos.

"Una de las hijas vio a su madre limpiándose la sangre"

El letrado ha añadido que, pese a que el fiscal haya dicho que no hay pruebas directas, sí hubo testigos de los hechos, ya que una de las hijas de Peral explicó a la pareja de su exmarido que la noche de los hechos vio a su madre que "se limpiaba la sangre", mientras que López llegó después.

Ha cerrado su intervención resaltando a los miembros del jurado que el padre de Peral declaró en la investigación que su hija le había pedido que dijera que había visto a Pedro R. al día siguiente del crimen, el 2 de mayo de 2017, y ha concluido: "Una persona que hace mentir a su padre está ocultando su propia responsabilidad".