La crisis del coronavirus ha servido para confirmar que el gobierno de España no está en buenas manos. El ejecutivo de Sánchez ha actuado tarde y mal, y su torpeza le puede costar cara a la salud pública de los españoles. Los primeros resultados empiezan a detectarse ya.
Modo drama activado
La sensibilidad que muestra Pedro Sánchez para contentar las reivindicaciones del separatismo catalán se ha echado a falta en la gestión de la crisis del corovonavirus. El gobierno ha optado por la táctica del avestruz, metiendo la cabeza debajo del ala mientras el virus se iba expandiendo por el país. Y ahora ya estamos con el modo drama activado.
Y el drama ya está aquí porque Sánchez y su gabinete fueron incapaces de calibrar los avisos que iban llegando desde el exterior. No sólo de China, sino de Italia, mucho más próxima. Mientras el contagio y las muertes iban en aumento en Italia y toda Europa, Sánchez optó por la prudencia convencido de que esas cosas no podían llegar a España. (Este miserable presentador indepe de TV3 desea el exterminio por coronavirus de "toda la población española")
Pero ya han llegado. Los contagios se duplican en algunas zonas y las muertes van en aumento. Una cosa es evitar la alarma social intentando que no cunda el pánico entre la población y otra muy distinta no actuar ante un problema que exige de soluciones inmediatas y drásticas.
Sánchez estaba informado de la que se avecinaba
El Gobierno de Pedro Sánchez disponía el 4 de marzo de información reservada y altamente cualificada que invitaba a cambiar la táctica y pasar del nivel contención al nivel de combate directamente, tal y como informa hoy OKDiario. Pero Sánchez descartó ampliar las medidas de seguridad, y más en la víspera de las movilizaciones feministas dle 8M.
Sánchez pensaba que los riesgos ya estaban controlados y se confió, de acuerdo a la información que le llegaba desde el ministerio de Sanidad, haciendo oídos sordos de las reclamaciones de los gobiernos de Madrid y País Vasco exigiendo medidas a la altura de las circunstancias. Y esas medidas han llegado con cuatro días de retraso. Ha sido necesario que los casos se dupliquen en apenas 24 horas para que Pedro Sánchez se haga cargo del alcance de la tragedia. (Estas son las medidas y recomendaciones del Gobierno para evitar la propagación del coronavirus)
El informe de Interior que obraba en poder del Sánchez desde el 4 de marzo detallaba las medidas urgentes necesarias para poner en marcha un plan de ataque contra el coronovarius y evitar su extensión entre la población. “En la actualidad nos encontramos en la fase de contención de la enfermedad y hay previsto un plan específico en el caso de que se tuviera que aplicar un nivel superior”. Ese plan de nivel superior está elaborado por “el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Subdirección General de Recursos Humanos y Formación”, puede leerse en el documento.
La prioridad eran las movilizaciones del 8M
Paralelamente, los gobiernos de Madrid y País Vasco reclamaban un aumento en las medidas de lucha contra el virus al empezar a detectar que la estrategia seguida hasta entonces resultaba insuficiente. Pero la respuesta del Gobierno de Sánchez fue más prudencia. Y así, mientras Europa evitaba ya las concentraciones masivas de personas, Sánchez daba luz verde a las movilizaciones multitudinarias del 8M, que era lo que en ese momento parecía importarle más.
Y ahora, cuando ya truena sobre España, Sánchez se acuerda de Santa Bárbara y, con retraso, decide cerrar colegios, fomentar el teletrabajo, aconsejar el descarte de viajes inútiles y evitar concentraciones masivas en eventos deportivos, por ejemplo.
El gobierno de Madrid, harto de esperar, ya se había adelantado a los planes de Sánchez cerrando los centros de día para evitar concentraciones de personas jubiladas. Madrid le marcaba el camino a Pedro Sánchez, que llegaba ya con retraso a la toma de decisiones trascendentes mientras los casos de coronavirus se duplicaban de forma alarmante de un día a otro. (Primicia: Esta es la circular que ha enviado el Gobierno de Madrid a los centros educativos por el coronavirus)
La crisis del coronavirus le ha venido grande a este Gobierno
La Comisión Interministerial, controlada por Carmen Calvo, y el Consejo de Seguridad Nacional, en la órbita de Iván Redondo, no han actuado de la mano, lo que ha derivado en la inacción del Gobierno poniendo de manifiesto que, como se temía, España está dirigida por dos gobiernos de intereses contrapuestos.
Y ahora, con mucho retraso, el ministro de Sanidad anuncia medidas severas, las mismas medidas que hace días ya funcionan en Europa y, por fin, el Gobierno ha declarado sin complejos a la Comunidad de Madrid y los términos municipales de Vitoria y Labastida (Rioja alavesa) como zonas de transmisión alta.