Desde 1997, cuando Federico Trillo ocupó la presidencia del Congreso de los Diputados, la Cámara abre sus puertas a los visitantes cada Día de la Constitución.
Una calebración que, este año, no podría ser disfrutada por los españoles, en lo que habría sido la vigésima cuarta edición de esta especial jornada de Puertas Abiertas.
Así lo ha decidido la Mesa del Congreso, presidida por la socialista Meritxell Batet, que ha suprimido el evento debido a la segunda ola de coronavirus que está azotando al país, con especial hincapié en la Comunidad de Madrid.
Se une a PP y Vox: Pedro Sánchez tampoco quiere la República de los podemitas
Según han confirmado fuentes parlamentarias a Europa Press, esta decisión se mantendrá, a pesar de que aún quedad más de dos meses para la celebración del 6 de diciembre, debido a las condiciones sanitarias que impone el Covid-19, de distancia de seguridad, mascarilla sanitaria y evitar aglomeraciones.
Será la segunda vez que la Cámara cierre sus puertas a los españoles, después de que en 2012, el popular Jesús Posada, decidiera no celebrar la jornada de Puertas Abiertas como consecuencia de las obras que se estaban realizando en el Palacio de la Carrera de Sán Jerónimo.
Más de 15.000 personas se quedarán fuera
Esta celebración de las Puertas Abiertas es un momento muy especial para los visitantes del Congreso que, durante unas horas, tienen la oportunidad de conocer los entresijos de la Cámara parlamentaria, haciendo un recorrido por las principales estancias, incluido el Hemiciclo.
En la edición de 2019, 15.801 personas pudieron disfrutar de este maravilloso recorrido, que incluye algunas piezas históricas dentro del edificio que, este año, estará cerrado al público.
Fuentes parlamentarias también han afirmado que, de mantenerse las previsiones de evolución del virus, también podría verse limitada la asistencia a la recepción institucional que cada año se realiza con motivo del aniversario de la Constitución de 1978.
El plan de Iglesias para romper España: ¡Primero la República!
Unas medidas tomadas en un año complicado para España, ya no sólo por la pandemia del coronavirus, sino por las continuas amenazas que recibe desde hace meses el sistema democrático y constitucional español, tanto desde los partidos independentistas, como desde la estructura interna del Gobierno socialcomunista.