Este fin de semana será el primero que Oriol Junqueras disfrute en su domicilio tras la aprobación del tercer grado penitenciario.
Nada más salir de la prisión de Lledoners, y a pesar de que la condena de inhabilitación aún pesa sobre él, Oriol Junqueras ha comenzado con sus actividades políticas, haciendo una llamada al president de la Generalitat, Quim Torra. (Los presos golpistas sólo irán a la cárcel como turistas)
En este llamada, el líder republicano se habría puesto "a disposición del Govern", explicando que está al corriente de todo lo que acontece en el Gobierno de la Generalitat gracias al vicepresidente, Pere Aragonès.
Toda una declaración del republicano, que espera convertirse, de nuevo, en el máximo dirigente de la formación después de su estancia en la cárcel, aprovechando para ello el gobierno de coalición que aún mantiene con el JxCat de Quim Torra. (¡Torra no es de fiar!: La puñalada por la espalda del Govern a los sanitarios catalanes)
Un nuevo Carles Puigdemont en la sombra
Debido a la inhabilitación con la que aún carga Oriol Junqueras, el republicano no podrá estar en la primera línea de la formación catalana.
Sin embargo, sí mantendrá el poder que ejerce sobre la formación, tal y como ha hecho desde Lledoners, convirtiéndose en un líder republicano en la sombra, y siendo pieza fundamental en todas las acciones que se tomen desde el partido. (La última fechoría de Torra: Espía a sus propios ciudadanos a golpe de decretazo)
Así pues, Oriol Junqueras cuenta con convertirse en el nuevo Carles Puigdemont, que ha actuado de la misma manera en la Generalitat, a pesar de encontrarse fugado de la Justicia en Waterloo.
Dos mandatos a distancia, de Junqueras y Puigdemont, que marcarán la línea de actuación de los dos socios del Gobierno catalán durante los meses previos a las nuevas elecciones autonómicas, cuya fecha aún está por decidir.