Uno menos. La escoria venezolana que está sentenciando a la población de Venezuela pronto encontrará su destino: la prisión. Dentro de pocas horas, y si no lo impide Pablo Iglesias, caerá un capo de Maduro.
Se trata del ex jefe de la unidad de inteligencia militar de Venezuela, Hugo ‘el pollo’ Carvajal. El capo del narcotráfico de Maduro ha decidido entregarse a las autoridades estadounidenses
¿Se ha colado tarde Pablo Iglesias en el CNI?
Dicha decisión de entregarse habría sido procesada por el Centro Nacional de Inteligencia español (CNI) y se haría efectiva en las próximas horas. La información proviene de la periodista venezolana Ibéyise Pacheco y ha sido confirmada por Reuters.
El departamento de Estado de Estados Unidos ofreció el pasado viernes una recompensa de 10 millones de dólares por información del paradero de Hugo Carvajal o cualquier otra información que ayudara a su detención.
Maduro inculpado por narcoterrorismo
Se le acusa de pertenecer a una red de narcotráfico, junto a Nicolás Maduro y a otros cabecillas del régimen dictatorial venezolano. ‘El pollo’ se encontraba en paradero desconocido.
Estados Unidos también ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que pueda ser útil para arrestar a Maduro. Se trata de una escalada en los esfuerzos del gobierno de Donald Trump para acabar con el que consideran un dictador. (¡Wanted! Trump le pone precio a la cabeza de Maduro: ¡¡15 millones de dólares!!")
Medio ‘gobierno’ implicado
Maduro y ‘el pollo’ no son los únicos que están en el punto de mira. El vicepresidente encargado de Economía, Tareck El Aissami; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino; el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, y el número dos del oficialismo venezolano, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente, están en el ajo.
Como no podía ser de otra manera. Las ratas se juntan con los deshechos. Maduro ahora tiene amiguetes de las antiguas FARC colombianas. Tanto el dictador sanguinario como 14 funcionarios y exfuncionarios, junto con un empresario venezolano y dos exjefes de las FARC, Iván Márquez y Jesús Santrich, están acusados de usar la cocaína “como un arma” contra Estados Unidos, ganando cientos de millones de dólares en su actividad.