"De este tribunal no espero justicia. Sé que es venganza". Así ha encajado Carme Forcadell la decisión del Tribunal Supremo de rebocar su estado de semilibertad amparándose en el tercer grado concendido por las instituciones penitenciarias de la Generalitat. Quim Torra y Carles Puigdemont han montado en cólera. (El Supremo pone orden: ¡¡Forcadell, a la cárcel!!)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha hecho un llamamiento al "salto colectivo conjunto de todo el independentismo (insituciones y sociedad civil)" después de que este jueves la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) haya tumbado la concesión de semilibertad de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, otorgada por el artículo 100.2 del reglamento penitenciario.
"Que en el Estado español ningún independentista puede encontrar justicia, ya lo sabíamos. Que España no reconocerá el derecho a la autodeterminación, también. ¿Y entonces? Entonces todo depende del salto colectivo conjunto de todo el independentismo (instituciones + sociedad civil)", ha dicho en un apunte en Twitter.. (Premio para la golpista Forcadell. ¿Se lo merece? ¿Y si empezamos por el arrepentimiento?)
El llamamiento de Torra se produce después de que este jueves los magistrados del TS han alegado "falta de justificación y desconexión con la reinserción" en el auto en el que se le concedió a Forcadell el 100.2; sin embargo, esta resolución no tiene efectos prácticos para Forcadell, ya que recientemente le fue concedido el tercer grado.
Puigdemont habla de "vergüenza absoluta"
Carles Puigdemont, el jefe de Torra, no se ha quedado atrás, ha ofrecido todo su apoyo a Carme Forcadell y su familia y ha definido la decisión del Tribunal Supremo como "una vergüenza absoluta". Y ha añadido: "es una injusticia sobre otra injusticia, que compromete todavía más la actitud española sobre el estado de derecho".
Esta situación se produce después de que los presos golpistas disfrutaran desde el pasado viernes de los privilegios del tercer grado que sólo les obliga a acudir a la cárcel para dormir de domingo a jueves. (¡Vaya morro! Carme Forcadell celebra sus 800 días de cárcel en el comedor de su casa)
Hasta ahora disfrutaban de los permisos penitenciarios contemplados por el artículo 100.2 ante los que ha recurrido la Fiscalía, chocando con el juzgado de vigilancia penitenciaria de Barcelona.
Pero el caso ha dado un vuelco radical al llegar al Tribunal Supremo, que ha observado que no se está cumpliendo la sentencia que sobre el golpe de estado catalán se emitió por el propio Tribunal Supremo hace unos meses.