La Guardia Civil ha detenido en Caspe (Zaragoza) a un matrimonio y a sus dos hijos (uno de ellos menor) por convertir su casa en un invernadero de marihuana.
La familia había hecho un empalme a la red de alumbrado público para no pagar brutal cantidad de energía que consumían para la plantación.
Además, el olor de las plantas era tan fuerte que salía de la casa y alertó a los vecinos y a la Guardia Civil.
Dos de los imputados ya tenían antecedentes por delitos similares, según han informado fuentes policiales.
El olor de las plantas era tan fuerte que salía de la casa
Por todos estos motivos, la investigación ha dictaminado que la familia al completo participaba del delito de cultivo o elaboración de droga.
Mientras los adultos han pasado a disposición judicial, el menor de 17 años ha pasado a manos de la Fiscalía de Menores de Zaragoza.
Otro de los indicios que llevaron a la Guardia Civil a intervenir fue que las ventanas de la parte trasera de la vivienda estaban tapiadas.
Los agentes se encontraron con una plantación interior de 101 plantas de marihuana en pleno crecimiento gracias a importantes equipos de iluminación, riego, aireación y fertilizantes.
La plantación, tal y como se aprecia en la foto de portada, ocupaba la totalidad de una habitación. (La policía detiene al salvaje del tiroteo de Utrecht que causó tres muertos)
Esta es la segunda plantación que ha desmantelado la Guardia Civil en la provincia de Zaragoza durante la última semana.
Hace unos días un hombre de 30 años fue detenido acusado de haber alquilado una casa en Garrapinillos para cultivar y procesar marihuana en más de 1.100 maceteros.