Suenan las alarmas en el Fútbol Club Barcelona: al igual que Hazard en el Real Madrid, Ansu Fati no está rindiendo al nivel esperado, a pesar, de haber superado su mala racha de lesiones.
El equipo de Joan Laporta confiaba en el delantero culé para convertirse en el sucesor de Lionel Messi, hasta le dieron su dorsal '10'. Pero las lesiones están obstaculizando su camino.
Su decisión de no operarse en verano parece no estar teniendo las consecuencias que Ansu esperaba. A pesar de haberle visto entrenar y disputar varios minutos en la pretemporada, su entrenador, Xavi Hernández, apenas le está dejando jugar. La causa sería la precaución y el deseo de ir poco a poco con él, como aseguran en el diario 'Mi Otra Liga'.
La similitud con Eden Hazard es evidente, las lesiones. Y al igual que con el madridista, dar un paso en falso sería un riesgo. Sin embargo, las lesiones no son el único problema, y es que su recuperación estaría siendo más lenta de lo esperado.
Esta lentitud y no saltar al terreno de juego hacen que el Ansu Fati no recupere su nivel óptimo. Tanto es así que los azulgranas utilizan un método de GPS para mendir el rendimiento de los futbolistas en los entrenamientos y el del español no da buenas sensaciones.
Lo que le preocupa a Xavi es que está lejos de alcanzar su mejor nivel y que no se encuentra al cien por cien. Pero no debido a sus lesiones o recuperaciones, sino porque ahora que ha comenzado a tener minutos, no logra rendir como esperan en el club.
La última lesión de Ansu Fati
Solo habían pasado 20 días del inicio del año 2022 cuando Ansu Fati se volvió a lesionar. La lesión se produjo en San Mamés, frente al Athletic Club de Bilbao y que dejó al jugador llorando. El culé no pudo continuar y sus gestos fueron evidentes.
Según confirmó el propio club, tenía una lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo. La decisión del futbolista junto con la del Barça fue la de no pasar por el quirófano y realizar un tratamiento conservador y su tiempo de baja sería alrededor de dos meses.
Por otro lado, si hubiera decidido operarse, la emisora 'Onda Cero' aseguraba que el tiempo de recuperación sería superior.
Cuando Ansu Fati tuvo esta lesión, recordó a la que tuvo Dembélé en el año 2017. En esa ocasión, el francés fue operado y estuvo cinco meses fuera de los terrenos de juego.
Pasados unos meses, en marzo Ansu volvió a entrenarse con sus compañeros, hecho que aplaudieron.