El cambio estético obligado de Iglesias para 'engañar' a los españoles

No ocurrió una sola vez: ya tuvo que hacerlo en otros momentos de su carrera

05 de Julio de 2022
El cambio estético obligado de Iglesias para 'engañar' a los españoles
El cambio estético obligado de Iglesias para 'engañar' a los españoles

La retirada de la política de Pablo Iglesias podría significar el fin de los engaños y mentiras para los españoles, pero nada más lejos de la realidad. La vuelta al escenario público del exlíder de Unidas Podemos ha traído consigo un llamativo cambio físico que ha sorprendido a todos. Mientras que el antes político aprovecha cualquier minuto en los medios de comunicación para contribuir a la desestabilización de nuestro país, Iglesias ha sufrido un nuevo cambio físico: se ha cortado la coleta y ahora luce un pelo corto.

Sin embargo, esta no es la primera vez que Iglesias oculta su verdadero yo a los españoles con el objetivo de ganarse el favor de la opinión pública. Durante su época como político, Iglesias se vio obligado a cambiar de opinión sobre una amplia variedad de temas en muchas ocasiones, desconcertando a sus votantes y generando las primeras sensaciones de inseguridad política.

Durante las elecciones europeas de 2014, los primeros comicios a los que Podemos concurría en su corta vida política, Pablo Iglesias comenzó la campaña de manera habitual, hasta que fue detenido por los miembros de su gabinete de comunicación, horrorizados ante el pobre impacto que tenía el líder de la formación morada en cuanto a imagen.

El equipo de asesores de Pablo Iglesias le hicieron quitarse un piercing que tenía en la ceja, para así ocultar su 'verdadero yo' y hacerse pasar por un político más correcto y respetable que intentaba cambiar la situación de la España de aquel entonces, aunque sus propuestas no tuvieran ningún sentido. 

Desde aquellas elecciones, Iglesias no ha vuelto a hacer gala de aquel famoso piercing, asumiendo así una personalidad y apariencia que no es la suya, ocultando al verdadero Pablo Iglesias bajo varias capas de impostación y falsedades que apenas le han servido para engañar a los españoles durante un corto plazo de tiempo. Pero los cambios de Iglesias no son solo físicos.

El nuevo intento de cambiar su personalidad, fingiendo preocupación por la situación en la Comunidad de Madrid pero manteniéndose en el poder gracias a pactos con independentistas, no le salió del todo como esperaba. Su humillante derrota en las elecciones regionales ante Isabel Díaz Ayuso provocó la espantada de Iglesias, que pensó que lo tenía ganado pero salió escarmentado.

Ahora, asume una nueva personalidad: quiere mostrarse como ajeno a toda experiencia que haya podido acumular en su etapa como vicepresidente, y parece haber olvidado que una vez él mismo estuvo ocupando un escaño en el Congreso de los Diputados formando parte de la casta que antes y hoy critica sin cesar.

Así, este nuevo corte de pelo es solo otro burdo intento de enmascarar y cubrir al verdadero Pablo Iglesias: el exlíder de la formación política que pacta con independentistas para intentar romper España y formar un Gobierno de coalición que lleva a España a la ruina en connivencia con el líder de uno de los partidos políticos más importantes para la historia de nuestro país: el PSOE de Pedro Sánchez.