Toni Castellá ha declarado en una entrevista concedida a LaRepublica.cat su opinión sobre el juicio a los políticos presos. “Nada nos tiene que sorprender” dice el diputado y portavoz de Demócratas. Habla del “fraude” que, en su opinión, se está produciendo en el Tribunal Supremo.
Castellà opina que la primera fase del juicio del 1-O “es la constatación de que existe una operación de Estado y de represión y contra todo el independentismo”: “En el juicio ha quedado en evidencia cómo los políticos presos están siendo juzgados por cosas que no hicieron y se visualiza la fragilidad de los fiscales intentando demostrar un relato inexistente. En definitiva, el Estado quiere perseguir a todas las personas que votaron el referéndum del 1-O”. (Durán i Lleida desvela el presunto acuerdo con Rajoy que tumbó Artur Mas).
“El sistema judicial es heredero del franquismo”
Castellá afirma que no es una sorpresa para él: “El sistema judicial español es heredero del franquismo. De hecho en la época de la transición hubo una concatenación directa y ninguna renovación de la estructura judicial. En el caso que se está juzgando en el Supremo, esta herencia se ha puesto de manifiesto. Ni tan siquiera me atrevo a definir algunas acciones de los fiscales y de la abogada del Estado como errores. Ellos demuestran que les da lo mismo el testimonio de los encausados, y ahora con algunos testimonios intentarán hacer valer el relato que han construido con ayuda de los informes policiales”.
Cree que no habrá sorpresas con los testigos citados a declarar: “No tenemos que esperar ninguna sorpresa. Con los testigos que se han citado, dedicarán todos los esfuerzos en justificar el relato de la violencia. Mentirán lo que puedan y más. Aunque tenemos que recordar que un testigo está obligado a no mentir”. Desmontar el relato de la violencia será complicado: “La mayoría de los testigos tienen metido en la cabeza que el concepto de preservación de la unidad de España es prioritario y justifica cualquier argumento”. (La Guardia Civil desmonta con pruebas las excusas de los golpistas en el juicio).
Sobre las discrepancias que existen entre ERC y Junts per Catalunya, y sobre lo que piensa el independentismo sobre esto, cree que: “Junts per Cataluña y ERC están compitiendo por la hegemonía del independentismo. Esto es legítimo pero, personalmente creo, que no es oportuno. Estamos delante de un reto que es transcendente para todos. En caso de estar en un clima de normalidad política, la lucha seria lógica y ahora creo que hay que centrar los esfuerzos y crear una unidad estratégica para hacer efectivo el mandato del 1 de Octubre”.
“El Estado español no es de derecho ni una democracia plena”
“Ahora es un momento no para dejar de hacer partido, sino para dejar de hacer partidismo y llegar a un objetivo común que nos supera a todas la formaciones políticas. Cuando quieres ir por este camino se debe asumir riesgos para el partido, así es como llegamos al referéndum”.
Preguntado sobre la sentencia del juicio, explica: “Si interpreto que la pregunta es que la sentencia ha de ser el momento para provocar una situación parecida al 3 de octubre, personalmente creo que no. El juicio es un elemento más en la hoja de ruta que tenemos que establecer. Nos servirá para demostrar que el Estado español no es de derecho ni una democracia plena”.
“Cuando se conozca la sentencia, no habrá excusas para hacer una estrategia conjunta. Haremos efectivo el mandato del 1 de octubre cuando tomemos la decisión de ejercer el control efectivo del territorio, similar al 3 de octubre. En ese momento se debería proclamar la república y defenderla. Los momentos históricos deben ser proactivos, no como reacción a nada.”
De las elecciones generales y de cómo las deben afrontar los independentistas, opina que: “Desde Demócratas somos claros y el único sentido que tiene participar en unas elecciones españolas es para bloquear sus instituciones. No para establecer un programa, solo se puede ceder para reanudar las negociaciones de cara a fijar las condiciones para establecer la independencia. Cualquier otra opción, no tiene el soporte de Demócratas”. (¡¡El Govern del vicario Quim Torra aguantará hasta la sentencia del Procés!! ¡¡¡No se sostiene sin Presupuestos!!!).
No está de acuerdo en que Pedro Sánchez era la última esperanza para Cataluña: “Ahora hay que cambiar el marco mental. Después del 1-O no debemos pretender negociar con el gobierno de turno, sino con el Estado. En este sentido, me es exactamente igual el PSOE que Ciudadanos. No ha cambiado nada. Todas las formaciones españolas están diciendo que la línea roja es la preservación de la unidad del Estado. Nuestra línea roja es marchar de este Estado”.
Para Castellá las elecciones municipales no deben servir para repartir cuotas de poder pero si es para marcar una hoja de ruta común para ver cómo llegar a ejercer el mandato del 1-O, su respuesta es positiva. Toni Castellá se ha extendido en esta entrevista, pero no dice nada nuevo. Sigue con la alucinación independentista. Viaja a Waterloo y escucha con atención al fugado Puigdemont. Lo más cansino de los independentistas es que se repiten. Lo han hecho mal y no quieren verlo.