Comienza la cuenta atrás para el Black Friday y el Cyber Monday, y los consumidores preparan sus tarjetas de crédito.
Sobre todo, en los comercios online, que ven cómo sus ventas aumentan año a año, según el sistema online va ganando terreno a las tiendas físicas.
Sin embargo, esto tiene un lado negativo: Internet es un lugar en el que ser estafado es muy fácil, si no se está atento a ciertos detalles, llegando a perderse más de 500 millones de euros en estas fechas tan señaladas.
"Se espera que este año el fraude en el e-commerce sea mayor que en 2018. Hasta un 36% más de lo habitual" ha afirmado Antonio Camacho, fundador de Hocelot, a Crónica Global.
Los delincuentes aprovechan las tarjetas robadas
Los delincuentes aprovechen los momentos de máxima venta online para perpetrar sus robos. Esto se debe a que las plataformas online rebajan su seguridad en la compra, para que ésta sea un proceso más sencillo y rápido para los clientes.
Esta bajada de seguridad provoca que los cyberdelincuentes rellenen formularios de compra con tarjetas robadas, fijando una dirección incorrecta (normalmente, un lugar público) para hacerse con el bien robado. (La habitación de hotel más barata del mundo está en Japón y cuesta 80 céntimos... ¿cuál es el secreto?)
De esta manera, los grandes perjudicados son los comercios online: por un lado, deben devolver el dinero al dueño real de la tarjeta; por otro, no tienen posibilidad de recuperar el producto enviado, ya recibido por el delincuente.
Información frente al fraude
Camacho recomienda a los comercios conocer bien a los clientes: "Saber cómo se llaman, que los emails estén bien validados y que su identidad sea real. Es necesario tener una base de datos saneada".
También recomienda a los clientes que procuren comprar en tiendas de confianza, y con certificados de calidad. "Es importante saber a quiénes estamos dando nuestros datos".