El Real Madrid está muy atento a todos los movimientos del Bayern de Múnich, tal y como venimos informando en Don Diario desde hace días. El equipo blanco pretende reforzar su centro del campo y tiene clarísimo que Goretzka y Kimmich son los elegidos para poder hacerlo, próximamente, en caso de necesitarlo.
Los dos jugadores del Bayern acaban contrato el 30 de junio de 2022 y están en la misma tesitura, por ejemplo, que Mbappé. Una situación límite en la que en el 2021 tendrán que saber si renuevan con los de Allianz Arena… o si, por el contrario, buscan una salida para evitar que pase como con David Alaba y se fuguen a coste cero.
Esa es la idea que mantienen en Múnich. Quieren evitar que una espantada provoque la salida de ambos jugadores en el mercado de fichajes de 2022, totalmente gratis, y por ello siguen trabajando en renovarlos. Sin descuidar, además, la opción de fichar a otros jugadores.
Ese es, precisamente, el movimiento que ha puesto al Real Madrid en alerta. En los últimos días han preguntado por la situación de dos mediocentros de LaLiga como son Saúl Ñíguez, del Atlético de Madrid, y Fede Valverde, del Real Madrid.
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El español y el uruguayo encajan en Baviera y los alemanes, con el fichaje de uno de ellos, se olvidarían de firmar la renovación de los dos jugadores. Algo que lo dejaría… a punto de caramelo.
El caso de Toni Kroos está muy reciente, en 2014, y en Múnich no lo olvidan. Saben que Kimmich y Goretzka pueden confirmarse, próximamente, como el nuevo ‘caso Kroos’ y eso les produce escalofríos solo de pensarlo… aunque no esté en sus manos la renovación.
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