La indecencia se ha instalado en el Barça desde hace años y el fichaje de Martin Braithwaite es el último ejemplo de ello.
Sin embargo, el club sigue presumiendo de ‘valors’ y en la solapa sigue llevando el pin de “más que un club”, pero lo cierto es que hace mucho tiempo que dejó de ser un club con clase, si es que algún día la tuvo.
El fichaje de Braithwaite (28 años) es legal, pero sucio y tramposo.
El Barça abusa de su fuerza
El FC Barcelona ha abusado de su fuerza y ha tirado de chequera para dejar al modesto Leganés sin su delantero centro titular y con pie y medio en Segunda División.
El Barça ha hecho un fichaje indecente amparándose en una norma que discrimina a los clubes humildes.
Una norma que permite fichar, aunque el mercado esté cerrado, a un futbolista sin equipo o que milite en LaLiga para suplir la baja de un jugador lesionado de “larga duración” (cinco meses o más).
¿No son suficientes los 25 jugadores de una plantilla para cubrir dicha baja?
Trampas con la recuperación de Dembelé
Pero la vergüenza culé no termina aquí. Y es que el Barça ha hecho trampas al estimar el tiempo de recuperación de Ousmane Dembelé en seis meses.
Y es que el extremo francés sufrió una lesión idéntica en la otra pierna y tardó tres meses y medio en recuperarse, un plazo que no le hubiera permitido fichar con el mercado ya cerrado.
El Barça se ha aprovechado de la inexactitud de la medicina para perpetrar un fichaje antideportivo.
El Leganés, desamparado
El Leganés se siente desamparado, discriminado y ninguneado; el FC Barcelona ha hecho el fichaje de la vergüenza.
El rico aplasta al pobre y LaLiga sale perdiendo.