La inminente marcha de Leo Messi (está intentando salir en el mercado de invierno) le supondrá al Barça un ahorro importante de 100 millones de euros en la masa salarial de su plantilla, pero también supondrá un inconveniente muy importante para su economía.
Y es que la presencia de Leo Messi en el Barça le genera al club, en circunstancias normales, alrededor de 300 millones de euros. Un ingreso que entra a través del merchandising, venta de camisetas y contratos de TV y de patrocinio que reducirán su cuantía cuando Messi no sirva de escaparate a los clientes del Barça.
Se trata de valorar si compensa pagarle 100 millones por el rendimiento que ofrece, muy distante del que mostraba años atrás, y renunciar a esos 300 millones que puede generar.
De cualquier forma, sin público en el Camp Nou, sin turistas en el Museo y en las tiendas del club y sin otros ingresos que están relacionados con la presencia del público que ahora no existe, el club saca por el argentino bastante menos de lo que estaba acostumbrado.
Los nueve candidatos a la presidencia del Barça tienen claro que Messi se va a ir. Y tampoco ponen mucho interés por retenerle, aunque Laporta se postule como "el único que puede convencerle para que siga".
Echarle le costará al Barça 30 millones
El problema de Messi es que los demás grandes tienen problemas de tesorería similares al Barcelona, con el agravante de que sus presupuestos son menores, por lo que su masa salarial es más reducida y fichar a Messi supondrá tanto como tener que despedir a varias de sus estrellas. Es el caso del PSG y del Manchester City.
Si Messi acaba en el PSG parece cantado que el club parisino tendrá que sacarse de encima a Mbappé y alguna estrella más para hacerle hueco a Messi en su masa salarial. El Barça ya vivió esa experiencia viéndose obligado a regalar a Luis Suárez, Rakitic y Arturo Vidal para aligerar la cuantía de los salarios de su plantilla. Todavía está por ver que alguien se atreva a quedarse a Messi.
Además, para el Barça existe otro problema de preocupación: tal como ocurrió con Xavi e Iniesta, el club se ha comprometido por contrato a abonarle 30 millones de finiquito en el momento de su marcha como premio a sus años de servicio al FC Barcelona. Xavi e Iniesta cxobraron 12 millones por el mismo concepto. Es decir, que al Barça le va a costar dinero hasta sacarse de encima la ficha millonaria del argentino.