El pasado 1 de noviembre, un vuelo de Madrid con destino a Düsseldorf generó el pánico entre sus pasajeros. Lo que solamente fue un simple susto, pudo haber acabado en una auténtica tragedia.
El avión, a cargo de la compañía Iberia, tenía previsto su despegue a las 19:50 horas en el aeropuerto Madrid- Barajas Adolfo Suárez con 200 pasajeros.
Cuando el aparato se puso en marcha, intentó llevar a cabo el despegue, pero no se levantó del suelo. Tras otra intentona, el piloto logró hacer ascender el aeroplano con muchos problemas.
Una vez en el aire, el motor se apagó y expulsó cinco bolas de fuego. En medio de la estupefacción y de la sorpresa de los pasajeros, el avión estuvo media hora en el aire soltando combustible y tuvo que llevar a cabo un aterrizaje de emergencia.
El motivo: pájaros en el motor
Una vez el aparato logró estar en tierra, rápidamente acudieron los bomberos. Según los informes técnicos, el problema lo causó "una ingesta de pájaros en el motor".
"Tuvimos miedo porque se trata de un incidente muy grave que podría haber sido fatal. Pensamos que nos podría pasar como en el vuelo de Spanair. En ese momento te poner en lo peor y recuerdas otros accidentes, sobre todo al ver el motor arder", relató uno de los pasajeros.
"Parecía el fin del mundo", explicó otro, dando a entender que se vivió un auténtico apocalipsis en el interior del aparato de Iberia.
Al final, los pasajeros con destino a Düsseldorf embarcaron en otro vuelo a las 04:15 horas de la madrugada, ya que desde la compañía aérea aseguraron que el aeropuerto de la ciudad alemana siempre cierra a las 23:00 horas.