Únicamente en la ruta Madrid-Barcelona las aerolíneas mantienen el pulso con el AVE.
En el resto de los corredores en los que opera el tren de alta velocidad, la importancia del avión se está convirtiendo en algo residual.
El auge del tren de alta velocidad, neutro en emisiones, es una realidad en toda Europa que está sustituyendo al uso de transporte aéreo.
La transición de pasajeros del avión al tren es un hecho y España es un buen ejemplo de ello.
En las rutas españolas, cuando el AVE es una alternativa real al avión (por tiempo y precio), los ciudadanos se decantan claramente por el tren.
En las rutas Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia y Madrid-Málaga, teniendo en cuenta los datos de Renfe y Aena 2019, el tren de alta velocidad roza una cuota de mercado del 90% frente al 10% de las aerolíneas.
Madrid-Barcelona
La ruta aérea que Ada Colau quería suprimir es la única que le mantiene el pulso al AVE.
Según datos de Renfe y Aena de 2018, 4,27 millones de pasajeros viajaron en tren de Madrid a Barcelona y 2,57 millones lo hicieron en avión.
Avión y autocar, en descenso
Desde que se implantara la red de alta velocidad en España, cada vez son más los ciudadanos que se decantan por utilizar el AVE en lugar de coger un avión o un autocar.
Mientras los usuarios del AVE no dejan de crecer año tras año, los ciudadanos que se decantan por el avión o por el autocar para moverse por España descienden sin cesar.
Ventajas del AVE
La puntualidad, la comodidad y la permisividad en el equipaje son las grandes ventajas que ven los usuarios en el AVE frente al avión.
Además, hay que tener en cuenta que el uso del avión para desplazamientos cortos y medios están en la diana de los movimientos ecologistas.