El Papa Juan Pablo II fue víctima de un atentado el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro de Roma cuando iba al descubierto en un vehículo de color blanco. Tras devolver una niña a sus padres después de bendecirla se escucharon tres disparos.
Juan Pablo II quedó gravemente herido en el abdomen, el brazo derecho y la mano izquierda y tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital para recibir atención médica. En pocos segundos, la seguridad localizó al autor de los disparos, al que detuvo de inmediato.
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Se trataba del turco Alí Agca, un joven de 23 años que pertenecía al grupo de extrema derecha de los Lobos Grises. Dos años antes de lo ocurrido en la capital italiana, el autor de los disparos había asesinado al editor jefe de un diario liberal turco.
El juicio dura sólo cuatro días ya que Alí Agca reconoció las acusaciones y aseguró que actuó solo en todo momento. La justicia le condenó a cadena perpetua y el joven terrorista turco lo aceptó sin presentar ningún tipo de recurso.
Visita al terrorista en 1983
Juan Pablo II salió del hospital en el que permanecía ingresado unos días después totalmente recuperado. Dos años más tarde, en las navidades de 1983, visitó en la cárcel romana de Rebibbia al hombre que le quiso matar y mantuvo una conversación con él.
Durante 20 minutos, Juan Pablo II estuvo en la celda del turco Alí Agca. Al salir, los medios de comunicación le preguntaron por la conversación pero el Papa no dio detalles. "Es un secreto entre nosotros; solo puedo decir que es un hermano a quien he perdonado".
En junio de 2000, después de 19 años en la cárcel, Ali Agca fue indultado por el presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi y extraditado a Turquía para cumplir la condena pendiente por el asesinato del director del periódico turco. El 18 de enero de 2010 quedó en libertad.