Durante semanas, Vladimir Putin ha movilizado a gran parte del ejército ruso a la frontera con Ucrania, incrementando la tensión entre ambos países y, con ello, haciendo saltar todas las alarmas diplomáticas de Estados Unidos y de la OTAN.
Una situación ante la que la entidad supranacional militar decidía comenzar a movilizarse, haciendo un llamamiento internacional para defender la integridad de Ucrania frente al avance militar ruso, siendo España uno de los muchos países que respondieron a la llamada de la OTAN.
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Algo que, sin embargo, no era bien visto por Unidas Podemos, que una vez más, ejercía de 'oposición' dentro del Gobierno para cargar contra el envío militar de Margarita Robles, y criticando a actuación de la OTAN, asegurando que lasituación había sido provocada por las "bravuconadas" de Estados Unidos, y que el envío de efectivos españoles era un "error" del PSOE.
"No a la guerra" entonaban los morados desempolvando el famoso grito para cargar contra la posición de la OTAN tras las amenazas rusas. Un 'no' defendido a capa y espada durante semanas por los diferentes ministros y representantes morados... hasta ahora.
El silencio reina tras el bombardeo
Y es que, tras los brutales bombardeos, y la declaración explosiva de Vladimir Putin a favor de la invasión de Ucrania, Unidas Podemos parece haber olvidado sus críticas y la posición que han mantenido hasta ahora.
Tanto es así, que han pasado de defender que Rusia tenía derecho a defender sus fronteras, a criticar, esta pasada mañana de jueves, al presidente ruso, al que han tildado de "zarista".
"Es inadmisible la posición de Rusia [...] es un planteamiento imperialista próximo al zarismo" aseguraba Alberto Garzón en los pasillos de Congreso, reafirmando sus declaraciones posteriormente en las redes sociales.
Un cambio radical de parecer que también experimentado Carles Puigdemont, que ha pasado de defender, hace apenas unos meses, los contactos del independentismo catalán con Rusia, a cargar contra el Kremlin.
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Así pues, si bien hace unos meses, el expresident de la Generalitat movilizaba a su mano derecha, Josep Lluís Alay, y lo enviaba a Rusia, para contactar con el Gobierno de Putin y conseguir así un fuerte aliado para la causa secesionista, ahora el propio Puigdemont reniega de Rusia, y carga en sus redes sociales contra el 'pequeño zar'.
"La guerra, el horror y la amenaza en Europa: el desafío es gravísimo y de terribles consecuencias. La UE debe reaccionar con mayor firmeza, unidad y decisión ante esta violación del derecho internacional" ha asegurado el independentista en su cuenta de Twitter.