Pedro Sánchez ha reclutado a un nuevo asesor para su equipo de 'Gobierno en la sombra' que una vez liderara Iván Redondo. El elegido para suceder al publicista no es otro que José Luis Rodríguez Zapatero, el último presidente del Gobierno del Partido Socialista. Aunque esta incorporación pueda parecer beneficiosa, muchos dentro del PSOE no piensan igual que Sánchez.
De hecho, es una figura que no quieren ni ver por los pasillos de Ferraz. Durante mucho tiempo, Zapatero se opuso, junto con Felipe González y Susana Díaz, al "No es no, señor Rajoy" de Pedro Sánchez, lo que le acabó costando el puesto de secretario general del Partido. Esta 'vieja guardia' fue insuficiente para que Díaz ganara las primarias, aupando de nuevo a Sánchez hasta el liderato del PSOE y la presidencia del país en el proceso.
Muchos apuntan a que la relación entre Zapatero y Sánchez se ha ido restaurando con el paso del tiempo, y que el expresidente se ha convertido en una de las personas de confianza del actual líder socialista. Sánchez podría estar usando a Zapatero para apagar los numerosos 'fuegos' que tiene abiertos en su propia formación, donde el despido y cese de políticos leales al 'sanchismo' han hecho saltar las alarmas: Adriana Lastra, con su 'dimisión', ha sido la última damnificada por el presidente del Gobierno.
La afinidad de Zapatero está con Sánchez: "Respaldo al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE por convicción y por lealtad". Desde que Sánchez está en La Moncloa, el expresidente ha sabido acercase a él para restaurar su relación "de absoluta confianza" que va "in crescendo" con el paso del tiempo. Zapatero trabaja ahora directamente para Sánchez, esperando sus órdenes y listo para servir al líder socialista.
La influencia del expresidente es más que notable en las acciones de Sánchez. Aunque Zapatero lo niegue, muchos afirman que está desempeñando un papel clave en la mediación entre el Gobierno y las compañías energéticas, especialmente las eléctricas. Esta intermediación no sería extraña, puesto que otros ministros socialistas, incluido Felipe González, hicieron uso de las famosas puertas giratorias para acabar en los consejos de administración de estas empresas.
El acercamiento al independentismo de Sánchez es también obra de Zapatero: él recomendó a Sánchez facilitar el indulto a los presos independentistas y el acercamiento a formaciones como Esquerra Republicana y JuntsxCat, que al final han resultado claves en su llegada a La Moncloa. Fue el propio Gabriel Rufián quien lo confirmaba con unas reveladoras declaraciones: "Zapatero ayudó a Sánchez a conseguir los votos que le faltaban para la investidura".
Estas acciones de Sánchez son un calco exacto de las medidas que tomó José Luis Rodríguez Zapatero durante su etapa como presidente del Gobierno. Muchos españoles, y gran parte del socialismo, esperan que Sánchez no termine llevando al país a la misma situación en la que lo dejó José Luis Rodríguez Zapatero en 2008: la ruina más absoluta y una profunda crisis de la que España todavía no se ha terminado de recuperar.