El asesino de Pioz: ¿Es un psicópata o su cerebro está dañado?

La estrategia de la defensa de Patrick está clara: vender una imagen de un chico de 22 años, tímido, modoso, con gafitas… como un universitario

28 de Octubre de 2018
El asesino de Pioz: ¿Es un psicópata o su cerebro está dañado?
El asesino de Pioz: ¿Es un psicópata o su cerebro está dañado?

Según la fiscal Rocío Rojo, manifestó tras escucharlo: "Tiene un shock seleccionado por él... ahora recuerda, ahora no... no le interesa recordar si iba corriendo detrás de su prima Carolina de cuatro años ni cómo mata a su primo David, de uno y medio".

El jurado lo componen siete hombres y dos mujeres y no podrán olvidar las imágenes dantescas del escenario del crimen. La fiscal y las acusaciones sostienen que planificó fríamente los crímenes: compró el cuchillo, las bolsas y la cinta americana. Tras descuartizar los cuerpos, limpió, fregó, se duchó, comió y se echó a dormir. Al día siguiente se llevó una sábana, las toallas y el teléfono de su tío. Se deshizo de las pruebas.

La lectura de los whatsaps, calificados por la fiscal como “terroríficos”, son de una frialdad abrumadora: “Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar, los niños se agarran entre sí”. En su declaración Patrick no nombró para nada ni a los niños ni los mensajes. Su defensa es consciente de que se arriesgaba con estas preguntas.

La abogada defensora habla de "daño cerebral"

Bárbara Royo, abogada de la defensa, insiste en que su cliente “sufre un daño cerebral que predetermina su conducta” y añade: “Una persona con un cerebro normal no podría haber cometido esos crímenes y luego enviado esos mensajes terribles”. Que el jurado tenga en cuenta este “daño cerebral” o no es lo que le podría llevar a una condena de prisión permanente revisable o 25 años.

La defensa es consciente de que por más que Nogueira se presente como un producto de su infancia-adolescencia con apariencia de estudiante aplicado, el jurado ya ha visto en dos ocasiones imágenes que hacen temblar, llorar y desfallecer: cadáveres desmembrados, irreconocibles y él mismo posando con ellos como si se tratara de un paisaje que merece ser retratado.

En uno de los mensajes que le mandó a su amigo contándole detalles del los terribles crímenes decía: “Voy a comer un sándwich de atún que me lo he merecido”. Dice uno de los abogados que no llegó a enterrarlos porque el suelo era de cemento y no quería hacer ruido: No queremos venganza. Pero Patrick hizo lo que quería y quería lo que hizo” añadió.