Martin Odegaard se convirtió en el jugador más joven en debutar con la camiseta del Real Madrid, con 16 años, y ahora puede convertirse en uno de los grandes traidores de la historia del fútbol. Después de todo lo que le brindó el Real Madrid, su futuro puede estar en el eterno rival, el FC Barcelona. Joan Laporta sueña con uno de los mayores pelotazos que se recuerdan.
La temporada que está haciendo Odegaard en el Arsenal está siendo para enmarcar. El noruego abandonó el Real Madrid porque no tenía sitio en el equipo. La falta de minutos le llevó a Londres y allí está triunfando.
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Tanto es así que ya son muchos los clubes que suspiran con sacarlo del conjunto gunner, entre ellos un Barça que ya suspiraba por él cuando lo fichó el Real Madrid siendo un adolescente. Ahora, Laporta sabe que llevarle al Camp Nou supondría un duro varapalo para Florentino Pérez y el club blanco, tanto a nivel deportivo como a nivel emocional.
En las últimas horas ha salido a la luz que el Arsenal quiere blindar al jugador, y eso es porque conoce las intenciones de grandes clubes que quieren sacarlo del Emirates. El club inglés pretende casi doblar el sueldo del futbolista nórdico, de 6 a 10 millones de euros, para quitarle de la cabeza la idea.
El Real Madrid no piensa en una recompra
Mientras tanto, a pesar de los rumores que aseguraban que el Real Madrid podría volver a intentar fichar al futbolista, lo cierto es que en el club blanco no se plantean la recompra del jugador. Si tiene que acabar en el Barça o no, ya no depende del Madrid.
Los blancos intentaron sacarle todo el rendimiento posible, le ayudaron a convertirse en un futbolista de primer nivel, y ahora el futuro queda en manos de su decisión y de lo que haga el Arsenal para retenerle.
Joan Laporta ya sabe lo que es fichar a un descarte del Real Madrid y convertirlo en la gran estrella del Barcelona. En su primera etapa como presidente azulgrana eso mismo fue lo que hizo con Samuel Etoo. El camerunés acabó convirtiéndose en una leyenda del Barça, pero siempre con la espina clavada de no haber podido triunfar en el Santiago Bernabéu.
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Esa misma espina es la que le va a quedar a Odegaard, pase lo que pase. No tuvo paciencia, no supo esperar su oportunidad, prefirió ser cabeza de ratón que cola de león. Y ahora puede convertirse en uno de los grandes villanos de la historia del Real Madrid.