Casemiro está acostumbrado a que le lluevan palos jornada tras jornada. No hay partido en el que los antimadrisitas no pidan la tarjeta roja para el brasileño, señalado por un gran sector de la prensa como un jugador violento cuando en verdad hay carniceros muchos más peligrosos por ahí sueltos.
La polémica llegó esta vez por una entrada que le hizo Casemiro a Óscar Valentín durante el encuentro entre el Real Madrid y el Rayo Vallecano el pasado sábado. El brasileño fue con mucha fuerza, como suele hacer, pero siempre sin intención de hacer daño al rival. El árbitro le enseñó la tarjeta amarilla pero para el sector antimadridista de la prensa, fue demasiado poco y un escándalo. Sin embargo, ante otras entradas mucho peores, guardaron silencio y no se quejaron en absoluto.
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Giménez y Acuña les retratan
Esta jornada hubo dos entradas además de la de Casemiro que pueden considerarse como claramente peligrosas y merecedoras de la tarjeta roja. Ninguna fue sancionada con expulsión, a pesar de que hubo un jugador que se tuvo que retirar lesionado, pero como el implicado no era Casemiro, nadie alzó la voz.
La primera fue solo unas horas después del Rayo – Real Madrid, durante el encuentro entre el Atlético y el Celta. En él se vivió una acción muy peligrosa con una entrada criminal de José María Giménez sobre el tobillo de Iago Aspas. El delantero gallego destacó tras el encuentro que tenía el tobillo muy hinchado y dolorido desde la entrada del central uruguayo.
La segunda fue el domingo, durante el derbi sevillano, la más grave de todas. Acuña enganchó por detrás a Fekir directamente con los tacos y el mediapunta del Betis tuvo que retirarse en camilla. A pesar de que las dos fueron mucho más claras que la falta de Casemiro, solo los aficionados del Celta y del Betis se quejaron y no encontraron el altavoz que sí tuvieron los del Rayo por tratarse de un partido contra el Madrid.
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Retorciendo el lenguaje
El colmo de este relato se dio en el último partido del domingo, el Barcelona – Athletic en el Camp Nou. En una jugada durante la primera parte, Adama Traoré le dio un codazo en la cara a Yeray que dejó en el suelo al central del Athletic y fue calificado por los comentaristas de Movistar Plus como, “un choque de Yeray con el brazo de Adama”.
Las redes estallaron de la risa al ver como se retorcía el lenguaje para intentar esconder el juego antideportivo del extremo del Barcelona. En esta Liga se puede ser todo lo agresivo y violento que uno quiera siempre que no lleve la camiseta del Real Madrid.